EE UU acusa de dañar la credibilidad de la OTAN a quienes no colaboran en Irak

España, Alemania, Francia, Bélgica y Grecia se niegan a enviar personal a Bagdad

La OTAN decidió ayer incrementar su compromiso en Irak con el envío de alrededor de un centenar de instructores para formar al Estado Mayor iraquí. Junto a los instructores se desplazarán otras 200 personas en misiones de apoyo y seguridad. La medida supone un avance modesto, vinculado al anuncio de la visita que realizará a la OTAN el presidente George Bush el próximo 22 de febrero. Pero la negativa de algunos países a prestar a su personal adscrito a la OTAN, según Colin Powell, secretario de Estado norteamericano, "daña la credibilidad y la cohesión de la organización".

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La OTAN decidió ayer incrementar su compromiso en Irak con el envío de alrededor de un centenar de instructores para formar al Estado Mayor iraquí. Junto a los instructores se desplazarán otras 200 personas en misiones de apoyo y seguridad. La medida supone un avance modesto, vinculado al anuncio de la visita que realizará a la OTAN el presidente George Bush el próximo 22 de febrero. Pero la negativa de algunos países a prestar a su personal adscrito a la OTAN, según Colin Powell, secretario de Estado norteamericano, "daña la credibilidad y la cohesión de la organización".

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El consejo de otoño de la Alianza dejó clara la voluntad de todos de mirar hacia adelante, aunque sin olvidar el pasado. En la reunión a puerta cerrada las diferencias quedaron expuestas sin agresividad.

La OTAN restaña lentamente las heridas abiertas por los duros enfrentamientos entre aliados a propósito de la intervención de EE UU en Irak. En la cumbre de Estambul celebrada en junio, la Alianza decidió contribuir a la reconstrucción y pacificación del país con una misión de instrucción para formar a los futuros mandos del Ejército y policía en ciernes. Tras no pocas resistencias, los aliados finalmente acordaron los detalles de la intervención, pero hasta ayer no había cifras concretas sobre el personal a movilizar.

Hasta ahora se había hablado de unos 300 instructores, y alrededor de unos 1.500 o 2.000 elementos más de complemento (comando y control, logística, seguridad, entre otras tareas). Al hacer el anuncio de ayer de que por ahora sólo se movilizarán unos 300 hombres, de los que la tercera parte serán instructores, se especificó que se trata de la primera etapa de la segunda fase, que amplía la primera fase de la misión de 60 instructores en Bagdad desde agosto. Esta nueva etapa cubre sólo personal físicamente asignado al cuartel general iraquí, sito en la blindada Zona Verde del centro de la capital. Para más adelante queda la segunda etapa, que deberá atender a la formación de oficiales en una academia militar en las afuera de la ciudad, una operación de mucho más calado y peligro.

Gesto ante la visita de Bush

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Jaap de Hoop Scheffer, secretario general de la OTAN, se dijo muy satisfecho por este acuerdo, que se ejecutará lo antes posible. Polonia es el principal contribuyente a esta movilización, en la que habrá también soldados de Hungría, Holanda y otros países que De Hoop no identificó. Pese a los parabienes del secretario general, las cifras en juego son inferiores a los esperado. "No se podía pretender otra cosa", señaló una fuente diplomática, que presentó la decisión como un gesto de buena voluntad ante la anunciada visita de Bush.

En la reunión de los ministros de Exteriores que aprobó esta movilización volvieron a saltar las viejas diferencias, por la radical negativa a participar en la misión de algunos países: España, Alemania, Francia, Bélgica y Grecia. Ese desmarque conllevaba la negativa sin precedentes a que personal de tales países adscrito a la Alianza fuera enviado a Irak.

"Sigue habiendo diferencias, pero ahora sin agresividad", señaló una fuente presente en las discusiones. De Hoop y Powell fueron los más críticos y en conferencia de prensa manifestaron su malestar. "Cuando hay que realizar una misión, nos parece bastante inoportuno que de repente el personal internacional diga que no puede ir", dijo el secretario de Estado. "Daña la credibilidad y la cohesión de la organización". El secretario general, dio a entender que si bien esta primera e inesperada negativa ya es inevitable, no habrá más. "Sobre Irak hubo diferencias de opinión. Es un caso especial", subrayó. "Pero cuando la OTAN decide una operación por consenso no hay que negar personal".

Los países cuestionados hicieron notar las razones de su negativa al tiempo que expresaban su voluntad de mirar hacia adelante. Como dijo el francés Michel Barnier, "el ambiente de la reunión fue constructivo: cualesquiera que hayan sido los desacuerdos del pasado, que no olvidamos, debemos mirar al futuro".

El hipotético cambio de ánimo podrá ser tanteado por Bush el próximo 22 de febrero, cuando llegue a Bruselas para visitar OTAN, instituciones comunitarias y reunirse con los jefe de Estado y de Gobierno aliados. Para Powell, la visita demostrará que "el presidente sigue comprometido con la relación transatlántica, en especial con su pilar de la OTAN".

Fue la última reunión de Colin Powell como jefe de la diplomacia norteamericana y fue aplaudido varias veces por todos. Uno de sus últimos éxitos diplomáticos fue que Rusia y la OTAN firmaran en Bruselas una declaración sobre Ucrania en la que ambas partes reconocen "los pasos dados para la resolución de la crisis política de acuerdo a la legalidad y las normas constitucionales de Ucrania".

El secretario de Estado de EE UU, Colin Powell, saluda al ministro Moratinos en el consejo de otoño de la OTAN.AP

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