La población reclusa catalana ha aumentado un 33% en cuatro años

Las cárceles catalanas están a rebosar. Si en el año 2000 habían 6.082 reclusos, en la actualidad el número alcanza los 8.091, un tercio de ellos extranjeros. Desde enero de este año, la población reclusa ha crecido en 639 internos, con un incremento medio diario de dos reclusos, muy por encima de las previsiones de la Administración, que calculaba un aumento de 500 presos.

Fuentes penitenciarias denunciaron ayer que el progresivo aumento de reclusos unido a la falta de nuevas instalaciones penitenciarias -no se construye una prisión nueva desde hace 12 años- ha conducido al sistema pen...

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Las cárceles catalanas están a rebosar. Si en el año 2000 habían 6.082 reclusos, en la actualidad el número alcanza los 8.091, un tercio de ellos extranjeros. Desde enero de este año, la población reclusa ha crecido en 639 internos, con un incremento medio diario de dos reclusos, muy por encima de las previsiones de la Administración, que calculaba un aumento de 500 presos.

Fuentes penitenciarias denunciaron ayer que el progresivo aumento de reclusos unido a la falta de nuevas instalaciones penitenciarias -no se construye una prisión nueva desde hace 12 años- ha conducido al sistema penitenciario catalán a una situación de "extrema masificación", informa EFE. Las mismas fuentes, subrayaron que "los efectos de la política criminalizadora del anterior gobierno del PP son uno de los factores que explican este aumento." Alertaron de que esta situación de masificación lleva a que " la tarea resocializadora de los internos es cada vez más complicada". La prisión más repleta es la Modelo de Barcelona, con 2.028 internos, cuando su capacidad es de 900. Otras prisiones con elevados índices de población son Quatre Camins (1.380 internos), Brians (1.351) y Ponent de Lleida (1.000).

La Secretaría de Servicios Penitenciarios de la Generalitat, que teme que estos problemas deriven en situaciones conflictivas, ha propuesto medidas alternativas a la prisión y otras iniciativas, como la construcción de prisiones más pequeñas, para, por un lado, corregir la masificación penitenciaria y, por el otro, lograr mejores resultados en la rehabilitación de los reclusos.

Mujeres en prisión

Por otra parte, Imma Moraleda, diputada de Igualdad y Ciudadanía de la Diputación de Barcelona, recordó ayer que el 7% de la población reclusa catalana son mujeres, cuando la media en Europa no supera el 4%. Moraleda subrayó además que las cárceles "son un reflejo de la sociedad" y que en éstas también "hay clases sociales y se sufren discriminaciones" según el origen.

A razón de un estudio elaborado por la Asociación Surt, el 70% de las mujeres reclusas admiten haber consumido drogas, un 38% ha sufrido abusos de violencia a lo largo de su vida y un 16% son analfabetas. Además, los datos indican que una de cada cuatro reclusas es de etnia gitana, lo que supone que la población femenina gitana sufre una representación en la cárcel 20 veces mayor a la que tiene en la sociedad, donde los gitanos no superan el 1,5% del total de los ciudadanos.

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Moraleda, que presentó ayer en el Centro Francesca Bonnemaison la exposición Demasiadas penas: mujeres en prisión de la fotógrafa Jane Evelyn Atwood, señaló que la Administración debería tener otras alternativas a la de privación de libertad, como acciones formativas y de aprendizaje laboral. Entre un 85% y 90% de las presas han sido encarceladas por delitos contra la propiedad o por tráfico de droga.

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