Reportaje:

"Una llamada a la esperanza"

El hospital Reina Sofía de Córdoba es el primer centro español en realizar un doble trasplante de pulmones e hígado a un niño

Rafael Cejudo era un niño que vivía pegado a una botella de oxígeno. Un crío que ha pasado la mitad de su vida de hospital en hospital. Padece fibrosis quística, una enfermedad genética que suele acarrear graves problemas en el aparato respiratorio, pancreático y hepático. Hace dos años, los médicos dieron el visto bueno para que Rafael pudiera ser intervenido para sustituir sus pulmones e hígado enfermos. Y hace poco más de un año, este crío de Baeza (Jaén) de 14 años, se convirtió en el primer paciente infantil en someterse en España a un doble trasplante pulmonar y hepático. Es decir, le tr...

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Rafael Cejudo era un niño que vivía pegado a una botella de oxígeno. Un crío que ha pasado la mitad de su vida de hospital en hospital. Padece fibrosis quística, una enfermedad genética que suele acarrear graves problemas en el aparato respiratorio, pancreático y hepático. Hace dos años, los médicos dieron el visto bueno para que Rafael pudiera ser intervenido para sustituir sus pulmones e hígado enfermos. Y hace poco más de un año, este crío de Baeza (Jaén) de 14 años, se convirtió en el primer paciente infantil en someterse en España a un doble trasplante pulmonar y hepático. Es decir, le trasplantaron en una misma intervención los dos pulmones y el hígado. Rafael ahora es un niño que va al colegio como el resto, que ya no se agota cuando anda, que duerme por las noches sin ahogarse...

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"Era la única solución, eso o nada". María José, la madre de Rafael, contó ayer en el hospital universitario Reina Sofía de Córdoba cómo ha pasado de la alegría a la angustia y de la preocupación a la esperanza estos dos años en los que han estado "más en el hospital que en casa".

María José ahora siente gratitud hacía los 40 profesionales del Reina Sofía que operaron a Rafael y hacia otros padres, anónimos, que decidieron que la muerte de un hijo sirviera para algo y accedieron a la donación.

En octubre del año pasado, Rafael ya estaba preparado para someterse al trasplante. Hacía poco más de un mes que los médicos le habían dicho a sus padres que el próximo podría ser él. Y llegó la noticia: había dos pulmones y un hígado para el niño, procedentes de una misma persona. El cirujano hepático Pedro López Sillero explicó ayer que el hecho de que se pudieran realizar los dos trasplantes en una sola operación redujo el riesgo de rechazo de alguno de los órganos.

Rafael estuvo 14 horas en el quirófano. Después de la intervención, tuvo que permanecer ingresado cinco meses. La mayoría del tiempo estuvo en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Reina Sofía donde le ayudaron a superar las complicaciones respiratorias que fueron surgiendo. La más grave obligó a los facultativos a realizar una traqueotomía al pequeño para aplicarle la respiración artificial. "Ha sido como un embarazo", dijo ayer la madre del niño.

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Pero, al final, la única secuela que le ha quedado al paciente es una leve cojera en el pie derecho, habitual en los pacientes que permanecen mucho tiempo ingresados en una cama de la UCI. Rafael posiblemente será intervenido de nuevo para solucionar este problema.

El Reina Sofía lleva más de diez años haciendo trasplantes de pulmón. El coordinador del Área de Trasplantes, Juan Carlos Robles, explicó que la mayoría de intervenciones en pacientes pediátricos han sido provocadas, como en el caso de Rafael, por la fibrosis quística. Jesús Jiménez, uno de los pediatras que ha atendido durante años al pequeño, explicó que el caso de Rafael es "una llamada a la esperanza" para los padres de los niños que padecen la misma enfermedad.

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