El PSE rechazará los Presupuestos al no haber acuerdo con el Gobierno

Los socialistas supeditaron su apoyo a la retirada del 'plan Ibarretxe'

El PSE-EE y el Gobierno vasco escenificaron ayer su ruptura presupuestaria. Se sentaron a la mesa de negociación por segunda vez en los últimos diez días para nada. Los socialistas, "dispuestos a negociar", en palabras de su portavoz, Rodolfo Ares, acudieron a la cita con una batería de propuestas y unas condiciones previas. El Ejecutivo vasco, que había invitado al PSE a negociar, decía estar dispuesto a hablar de política. Pero la reunión no sirvió para otra cosa que para se vieran de nuevo las caras el equipo de la vicelehendakari Idoia Zenarruzabeitia y una nutrida delegación social...

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El PSE-EE y el Gobierno vasco escenificaron ayer su ruptura presupuestaria. Se sentaron a la mesa de negociación por segunda vez en los últimos diez días para nada. Los socialistas, "dispuestos a negociar", en palabras de su portavoz, Rodolfo Ares, acudieron a la cita con una batería de propuestas y unas condiciones previas. El Ejecutivo vasco, que había invitado al PSE a negociar, decía estar dispuesto a hablar de política. Pero la reunión no sirvió para otra cosa que para se vieran de nuevo las caras el equipo de la vicelehendakari Idoia Zenarruzabeitia y una nutrida delegación socialista, formada por la responsable de presupuestos, Joana Madrigal, Ares, Isabel Celá y Jesús Loza.

Al término del encuentro los socialistas comparecieron ante la prensa para explicar su posición y el Gobierno, tras dudar, renunció a hacerlo. Rodolfo Ares manifestó que no fue posible llegar a un acuerdo porque no se cumplió la premisa de hablar de política, según dijo. Los nacionalistas no aceptaron su propuesta de empezar de cero y retirar el llamado plan Ibarretxe. Así las cosas, anunciaron que sus propuestas sobre las cuentas irán recogidas en una enmienda a la totalidad y que no harán enmiendas parciales al proyecto del Gobierno, porque consideran que no tiene sentido ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo con él.

Ares justificó la petición socialista de que se retire el plan soberanista impulsado por el lehendakari en la aplicación estricta de la doctrina de Ibarretxe, que consiste, dijo, en exigir un "acuerdos de fondo" para poder llegar a partir de él a acuerdos puntuales. El portavoz del PSE recalcó que su objetivo en la negociación de ayer era terminar con los males endémicos que condicionan el futuro de Euskadi: "La división del país, la crispación, el enfrentamiento y la crisis política permanente". Agregó que nada de esto fue posible y que a su partido no no le queda más remedio que guardar sus propuestas presupuestarias para la enmienda a la totalidad.

Joana Madrigal explicó la posición del PSE, que se trasladará a la enmiendade totalidad. Cinco grandes epígrafes centrarán su propuesta alternativa. En el capítulo de "impulso de la democracia", propone la reforma del Reglamento de la Cámara, la congelación del presupuesto de EITB hasta que se consiga un marco de pluralidad y la participación de los grupos parlamentarios en los consejos de administración de las empresas públicas. En él ámbito de los derechos sociales y de calidad de vida, plantea acciones para aumentar el gasto en vivienda, en la enseñanza de cero a tres años, en la financiación de lo UPV y en la mejora de las prestaciones sanitarias. También proponen los socialistas, como cuarto capítulo, un programa de inversiones, en coordinación con la Administración del Estado, para las zonas urbanas más degradadas, en especial la Margen Izquierda. Por último, propugnan una mayor dotación para seguridad ciudadana y lucha contra el terrorismo.

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