El Parlamento Europeo exige a Cuba liberar a los presos políticos para reanudar el diálogo

Mientras los países miembros de la Unión Europea empiezan a contemplar la posibilidad de reanudar el diálogo político con Cuba, en el Parlamento Europeo se opta por un rotundo no. La mayoría de la Eurocámara (376 votos a favor por 281 en contra) aprobó ayer una resolución presentada por conservadores, liberales y nacionalistas de derechas que supedita cualquier revisión de las sanciones europeas impuestas al régimen de Fidel Castro a la liberación de los presos políticos y a que haya avances significativos en la democratización de la isla.

"La resolución aprobada es una muestra d...

Mientras los países miembros de la Unión Europea empiezan a contemplar la posibilidad de reanudar el diálogo político con Cuba, en el Parlamento Europeo se opta por un rotundo no. La mayoría de la Eurocámara (376 votos a favor por 281 en contra) aprobó ayer una resolución presentada por conservadores, liberales y nacionalistas de derechas que supedita cualquier revisión de las sanciones europeas impuestas al régimen de Fidel Castro a la liberación de los presos políticos y a que haya avances significativos en la democratización de la isla.

"La resolución aprobada es una muestra de solidaridad con el pueblo cubano", dice José Ignacio Salafranca, del PP, portavoz de Exteriores de los conservadores europeos y ponente del texto aprobado ayer. "La derecha no quiere reconocer que la política desarrollada hasta ahora ha sido un rotundo fracaso. Nuestra propuesta es más equilibrada porque el objetivo de democratización es el mismo, pero buscamos eficacia", dice el socialista Miguel Ángel Martínez, ponente de la propuesta rechazada.

Las relaciones entre la UE y Cuba atraviesan momentos difíciles desde que el régimen de Fidel Castro encarceló en la primavera del año pasado a 75 disidentes y ejecutó a tres secuestradores. Poco después, en junio de 2003, la UE adoptó una posición común de rechazo, llamando a todos los países a invitar a sus fiestas en embajadas a la disidencia cubana y cerrando el diálogo oficial con las autoridades.

El nuevo Gobierno español está promoviendo reabrir el diálogo con La Habana, pero la derecha y algunos países de la UE (como Alemania, Holanda y República Checa, entre otros) se han radicalizado en contra tras la expulsión este verano de tres diputados europeos (dos holandeses y el español Jorge Moragas) y el rechazo cubano a permitir la salida del disidente Oswaldo Payá, premio Sajarov 2002 de la Eurocámara.

A pesar de ello, en la reunión de expertos en América Latina, en la que están representados los países de la UE, se decidió el martes pedir un informe a los embajadores en La Habana para analizar la situación en la próxima reunión de diciembre. Fuentes diplomáticas señalan que con tal calendario será imposible que el Consejo Europeo de mediados de diciembre revise su posición común. "La presidencia holandesa no está por la labor de desbloquear este asunto y prefiere pasar así el testigo a la próxima presidencia, Luxemburgo", dice la misma fuente.

Francia y Reino Unido, sin embargo, empiezan a percibir como una salida la nueva posición de Madrid al considerar que la ausencia de diálogo con La Habana está minando la capacidad de influencia diplomática para promover el cambio político en la isla.

"Pero es que no es la UE la que ha dinamitado el diálogo", defiende Salafranca. "La culpa es de la política de fusilamientos, la detención de periodistas independientes, como Raúl Rivero, que en estos momentos se está pudriendo en cárceles cubanas, como otros, y la política de detención de pacíficos disidentes y de militantes de derechos humanos". "Hay 50 países en el mundo, desde China hasta Sudán o Libia, donde la situación de los derechos humanos es mucho peor que en Cuba, y la UE mantiene con ellos relaciones normales. Lo de Cuba es excepcional y, en todo caso, el voto de la Eurocámara ha estado muy dividido", recuerda Martínez. "Es un mensaje al Consejo Europeo para buscar una posición más equilibrada respecto a Cuba".

Oposición democrática

La resolución aprobada ayer establece la liberación de los presos políticos y el avance democrático, además del permiso para viajar a Payá, como "condiciones sine qua non e indispensables para una eventual modificación de la Posición Común de la Unión Europea sobre Cuba", adoptada en junio de 2003. Subraya también el "carácter contraproducente del embargo impuesto a Cuba por EE UU y la consiguiente conveniencia de levantar dicho embargo", y "condena enérgicamente la expulsión" de tres parlamentarios de los Estados miembros de la UE, así como de dos representantes de las ONG, manifestando "su solidaridad para con ellos y con los miembros de la oposición democrática".

La resolución socialista, que suscriben también los Verdes e Izquierda Unitaria, pedía "un nuevo tipo de política respecto a Cuba", convertir el diálogo y la cooperación en norma de las relaciones bilaterales e incorporar a Cuba en el Acuerdo preferencial comercial de Cotonú; todo ello "sin menoscabo" de los objetivos de los derechos humanos y el pluralismo político.

En la reunión previa de los expertos en América Latina, del martes en Bruselas, se abrió paso la tesis de que "la ausencia de diálogo no ha sido positiva", pero no hubo ninguna decisión al respecto. La oposición cubana se manifiesta en contra de suavizar la posición europea.