Un grupo de eurodiputados viaja a La Habana para reabrir el diálogo político con Cuba
Un grupo de cinco eurodiputados europeos favorables a la reapertura del diálogo político con Cuba viajó esta semana a La Habana para reunirse con miembros del Gobierno de Fidel Castro y con los embajadores de la UE en la isla, que preparan en estos momentos un informe que servirá de base a Bruselas para decidir si cambia o no la política europea hacia Cuba, condicionada en la actualidad por las sanciones diplomáticas.
A juicio del jefe de la delegación, el eurodiputado del PSOE Miguel Ángel Martínez, quien preside el Grupo de Amistad y Solidaridad con Cuba del Parlamento Europeo, es nec...
Un grupo de cinco eurodiputados europeos favorables a la reapertura del diálogo político con Cuba viajó esta semana a La Habana para reunirse con miembros del Gobierno de Fidel Castro y con los embajadores de la UE en la isla, que preparan en estos momentos un informe que servirá de base a Bruselas para decidir si cambia o no la política europea hacia Cuba, condicionada en la actualidad por las sanciones diplomáticas.
A juicio del jefe de la delegación, el eurodiputado del PSOE Miguel Ángel Martínez, quien preside el Grupo de Amistad y Solidaridad con Cuba del Parlamento Europeo, es necesario introducir cambios en esta política, que ha sido "ineficaz", y hallar un modo de desbloquear la situación actual.
Precisamente, tratar de contribuir a ello era el objetivo de la visita de los eurodiputados, quienes durante su estancia en la isla se entrevistaron con el vicepresidente cubano, Carlos Lage; con el ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque, y con el presidente del Parlamento, Ricardo Alarcón. También se reunieron con empresarios y miembros de ONG europeas, y con el arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega.
Martínez explicó que, durante su encuentro con los embajadores europeos, expuso cinco razones que, en su opinión, demuestran el fracaso de la actual política europea hacia Cuba: no ha habido el menor avance en el objetivo europeo de favorecer los derechos humanos y las libertades en la isla; se han creado enormes dificultades a los empresarios y representantes de ONG para realizar su trabajo; se ha llegado a una situación en que se hace imposible el "desempeño diplomático" de las embajadas europeas en La Habana -éstas están congeladas por las autoridades, en represalia a la política de la UE de invitar a los disidentes a las celebraciones de sus fiestas nacionales-; es una política que da la espalda a las propias sociedades, que sí mantienen relaciones normales de trabajo y diálogo con Cuba; y pone en entredicho la política europea en Iberoamérica.