Restricciones en los informativos y controles sobre la publicidad

En las últimas semanas, el Gobierno ha transmitido a las televisiones la necesidad de regular los contenidos que se emiten en el horario de protección de menores, incluidos los programas informativos, las películas y la publicidad. En el tramo de mayor consumo por el público infantil y juvenil (de 19.00 a 22.00) aspira a que las cadenas señalicen y califiquen la programación de manera exhaustiva por tramos de edad.

En cuanto a los espacios informativos, ha planteado la necesidad de evitar las imágenes de sexo y violencia siempre y cuando no sean necesarias para la comprensión de la noti...

En las últimas semanas, el Gobierno ha transmitido a las televisiones la necesidad de regular los contenidos que se emiten en el horario de protección de menores, incluidos los programas informativos, las películas y la publicidad. En el tramo de mayor consumo por el público infantil y juvenil (de 19.00 a 22.00) aspira a que las cadenas señalicen y califiquen la programación de manera exhaustiva por tramos de edad.

En cuanto a los espacios informativos, ha planteado la necesidad de evitar las imágenes de sexo y violencia siempre y cuando no sean necesarias para la comprensión de la noticia. Para los programas de entretenimiento ha sugerido que se evite hacer espectáculo en torno a los conflictos familiares o las creencias religiosas y se erradique el lenguaje obsceno.

Durante las franjas horarias de especial protección, el Gobierno quiere que se vigilen los mensajes publicitarios, de manera que no se emitan anuncios que puedan dañar a los menores, es decir, aquellos que alienten el consumo de tabaco y alcohol o inciten a la desorbitada compra de juguetes. El objetivo es, según fuentes del Ejecutivo, que la publicidad sea "perfectamente reconocible y distinguible de la emisión", incluso entre aquellos menores que no sepan leer.

El control de los contenidos publicitarios está recogido en el Código de RTVE para la protección de los menores en las emisiones de televisión y radio, que ayer fue entregado por la directora general del Ente Público, Carmen Caffarel, al Gobierno. Para la vicepresidenta del Ejecutivo, las normas de autorregulación elaboradas por RTVE son un instrumento que se incorporará al resto de los documentos que analizará el grupo de trabajo encargado de redactar el "código de corregulación", al que se someterán las cadenas públicas y privadas.

'Comité de sabios'

Otro de los elementos clave para abordar la regulación audiovisual será el informe sobre RTVE que está elaborando el llamado comité de sabios. Contra este grupo de expertos arremetió ayer el presidente de Tele 5, Alejandro Echevarría. "No espero nada, como el 80% de los españoles", dijo durante su intervención en el Foro Europa. Calificó aquellos trabajos de "una tormenta de ideas" y consideró que dicho comité se enfrenta a un trabajo difícil por cuanto sus integrantes no conocen el mundo de la televisión y entre ellos "hay posturas diversas" sobre la definición del modelo de radio y televisión estatal.

Echevarría expresó su oposición a un consejo audiovisual con capacidad para regular el sector e imponer sanciones y defendió la creación de un "comité consultivo de televisión", encargado simplemente de asesorar a la Administración. Sin embargo, el Gobierno es firme partidario de un consejo audiovisual al estilo de los existentes en la mayoría de los países europeos, es decir, una autoridad independiente encargada de vigilar el cumplimento de la legislación sobre radio y televisión.