Huguet abre la puerta a la tasa turística contra la masificación

El nuevo consejero de Comercio, Turismo y Consumo del Gobierno catalán, Josep Huguet, se mostró ayer favorable a la aplicación de una tasa turística en determinados puntos de Cataluña -por ejemplo, en Barcelona- como "medida disuasoria de la masificación". Sólo 24 horas después de acceder al cargo tras la renuncia de Pere Esteve por razones de salud, Huguet descartó que la medida se aplique en toda Cataluña y recordó que la tasa turística no aparece en los pactos de gobierno del Tinell. Pero se mostró partidario de la tasa en Barcelona -tras la reciente propuesta del concejal de Turismo del co...

El nuevo consejero de Comercio, Turismo y Consumo del Gobierno catalán, Josep Huguet, se mostró ayer favorable a la aplicación de una tasa turística en determinados puntos de Cataluña -por ejemplo, en Barcelona- como "medida disuasoria de la masificación". Sólo 24 horas después de acceder al cargo tras la renuncia de Pere Esteve por razones de salud, Huguet descartó que la medida se aplique en toda Cataluña y recordó que la tasa turística no aparece en los pactos de gobierno del Tinell. Pero se mostró partidario de la tasa en Barcelona -tras la reciente propuesta del concejal de Turismo del consistorio barcelonés, Jordi Portabella, que ha topado con las críticas de los hoteleros- y en parajes especiales, "del mismo modo que algunas veces un peaje en carretera puede ser usado para evitar la masificación a la entrada de una ciudad determinada", explicó en Catalunya Ràdio.

Huguet hizo patente así la primera diferencia clara con respecto al anterior titular de Turismo, a pesar de que aseguró que mantendrá una política continuista respecto a la gestión de Pere Esteve al frente del departamento. Esteve inició su andadura como consejero con mensajes a favor de aplicar una tasa turística con el consenso del sector, una posición que corrigió tras constatar el rechazo frontal de los empresarios turísticos.

Huguet aseguró que está en contra de un impuesto que actúe como un mero instrumento de recaudación -a pesar de que recordó los problemas de financiación de los municipios turísticos-, pero defendió una tasa finalista que pueda ser utilizada "como elemento disuasor de la masificación" en algunas zonas.