Un viento de 13.000 millones

Un mínimo de 13.000 millones de euros y un máximo de 18.000 colocados en molinos de viento hasta 2011. Una inversión sólo superada hoy en España por el conjunto de proyectos de trenes de alta velocidad. Kioto y la nueva regulación y las nuevas retribuciones aprobadas para los kilovatios producidos con energía eólica en España han disparado este negocio.

Las transacciones de activos y licencias se han multiplicado en número y precio, el mercado eólico doméstico es uno de los primeros del mundo en potencia instalada y fabricantes españoles (Gamesa, Ecotécnica...) y gestores-operadores (Ib...

Un mínimo de 13.000 millones de euros y un máximo de 18.000 colocados en molinos de viento hasta 2011. Una inversión sólo superada hoy en España por el conjunto de proyectos de trenes de alta velocidad. Kioto y la nueva regulación y las nuevas retribuciones aprobadas para los kilovatios producidos con energía eólica en España han disparado este negocio.

Las transacciones de activos y licencias se han multiplicado en número y precio, el mercado eólico doméstico es uno de los primeros del mundo en potencia instalada y fabricantes españoles (Gamesa, Ecotécnica...) y gestores-operadores (Iberdrola, EHN-Acciona, etcétera) están a la cabeza de estas tecnologías y venden parques eólicos llave en mano en todo el mundo.

La escasez de buenos emplazamientos para la instalación de parques eólicos (los mejores están ya siendo explotados o están solicitados y en tramitación) y el dilatado proceso de maduración de estos proyectos, que según Iberdrola oscila entre 4,5 y 9,5 años, han contribuido también a disparar las operaciones de compraventa y los precios de las transacciones.

La referencia en precio la ha marcado Iberdrola, un millón de euros por megavatio (MW) instalado de producción eólica. Ese precio ha pagado esta compañía en la adquisición de varios parques eólicos, que suman 1.000 MW de potencia instalada, a Gamesa. De ahí que se cifre en 13.000 millones como mínimo, porque son 13.000 los MW eólicos previstos por el Gobierno para 2011, la inversión en esta energía. El retraso en otras fuentes renovables, como las minihidráulicas y la biomasa, a las que se habían atribuido otros 5.000 MW, eleva en otros 5.000 millones de euros la inversión probable en generación por viento.