RELEVO EN LA COMISIÓN EUROPEA | Crisis en Lisboa

Durão Barroso: "Acepto por servir a Portugal"

La izquierda portuguesa exige elecciones anticipadas para solucionar la crisis de Gobierno

José Manuel Durão Barroso se despidió ayer de Portugal antes de viajar a Bruselas para ser designado futuro presidente de la Comisión Europea. "Quiero informar en primer lugar a los portugueses de que aceptaré la invitación de los jefes de Estado y de Gobierno para ser candidato a la presidencia de la Comisión (...) y que presentaré mi dimisión como primer ministro oportunamente", dijo. Barroso explicó que abandonaba el Ejecutivo "con la seguridad de servir así el interés nacional". "El deber de cualquier portugués es servir a su país. Seguiré haciéndolo como europeo con el orgullo de ser port...

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José Manuel Durão Barroso se despidió ayer de Portugal antes de viajar a Bruselas para ser designado futuro presidente de la Comisión Europea. "Quiero informar en primer lugar a los portugueses de que aceptaré la invitación de los jefes de Estado y de Gobierno para ser candidato a la presidencia de la Comisión (...) y que presentaré mi dimisión como primer ministro oportunamente", dijo. Barroso explicó que abandonaba el Ejecutivo "con la seguridad de servir así el interés nacional". "El deber de cualquier portugués es servir a su país. Seguiré haciéndolo como europeo con el orgullo de ser portugués".

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Con esta declaración también daba la señal de salida en la carrera para elegir un nuevo primer ministro. El conservador Partido Social Demócrata (PSD), que aún dirige Barroso, anunció la celebración de un Consejo Nacional el jueves para analizar la salida del primer ministro. El portavoz del partido, Nuno Morais Sarmento, afirmó que en esa reunión no será elegido el nuevo presidente del PSD ni aprobado el sustituto del jefe del Ejecutivo. Sin embargo, la agencia Lusa, que cita a una fuente del PSD, sostiene lo contrario.

El presidente de la República, el socialista Jorge Sampaio, inició ayer consultas antes de tomar una decisión sobre cómo resolver la crisis. Sus primeros interlocutores fueron el presidente del Banco de Portugal, Vítor Constâncio, el presidente del Parlamento, João Motal Amaral, y el ex presidente de la República, Mário Soares. Según la Constitución, le corresponde al jefe del Estado decidir si adelanta las elecciones o nombra primer ministro al candidato propuesto por el partido más votado en las últimas elecciones generales (PSD).

"El hecho de que un primer ministro cese en sus funciones por motivos de relevante interés nacional no debe perjudicar la estabilidad política. Estoy seguro de que, en el respeto absoluto por los poderes de cada órgano de soberanía, se mantendrá la estabilidad y será dada continuidad al proyecto que fue sufragado por los portugueses en las últimas elecciones legislativas", dijo Barroso en su declaración de ayer.

Estas palabras fueron entendidas como un llamamiento a Sampaio para que evite la convocatoria electoral. Barroso tiene sus razones: el PSD sufrió una fuerte derrota en las europeas, al conseguir el 33,2% de los votos, y difícilmente lo haría mejor en los próximos meses en unas generales. En dos años al frente del Gobierno, Barroso ha conseguido controlar el déficit público, como exigía Bruselas, pero no ha sido capaz de sacar al país de la larga recesión económica. La otra alternativa, la de presentar un candidato a Sampaio para su confirmación como primer ministro, cuenta con dificultades inesperadas debido a las divisiones internas surgidas en el seno del PSD. La idea inicial de Barroso era proponer a Pedro Santana Lopes, alcalde de Lisboa y vicepresidente del partido, como su sucesor. Pero destacadas figuras del Gobierno y del PSD han manifestado públicamente su rechazo a esta opción.

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Empiezan a surgir también una oposición callejera, movilizada a través de miles de mensajes de móvil y en Internet, contra Santana Lopes, un político populista cuyo estilo ha sido clasificado de berlusconiano por sectores de la prensa. El domingo, unas 2.500 personas se manifestaron frente al palacio presidencial para pedir a Sampaio que no acepte el nombramiento de Santana Lopes como primer ministro. Entre los manifestantes estaban muchos líderes de la izquierda lusa, artistas, periodistas y escritores. El secretario general del Partido Socialista, Ferro Rodrigues, aseguró ayer que su formación no quiere condicionar al jefe del Estado en su decisión final, pero propugna abiertamente la solución que más le conviene en estos momentos, convencido de poder recuperar el Gobierno.

Barroso, momentos después de anunciar en Lisboa que aceptaba el cargo de presidente de la Comisión Europea.AP

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