Manifesta 5 recibe a 4.000 visitantes en su primera jornada

La bienal de arte contemporáneo Manifesta 5 se expuso ayer sin artificios al examen del público en San Sebastián. No ofreció nada como reclamo, ni intervenciones sorpresa, ni conciertos. La organización mostró la bienal en su primer día como es: una gran exposición de trabajos de 56 artistas de 20 nacionalidades en seis sedes de San Sebastián y Pasajes. Y el público respondió, unas 4.000 personas visitaron durante todo el día las salas. Eso sí, con opiniones para todos los gustos.

"No sé si estos artistas serán reconocidos como tales en el futuro. Ni si su obra permanecerá o no. Pero cr...

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La bienal de arte contemporáneo Manifesta 5 se expuso ayer sin artificios al examen del público en San Sebastián. No ofreció nada como reclamo, ni intervenciones sorpresa, ni conciertos. La organización mostró la bienal en su primer día como es: una gran exposición de trabajos de 56 artistas de 20 nacionalidades en seis sedes de San Sebastián y Pasajes. Y el público respondió, unas 4.000 personas visitaron durante todo el día las salas. Eso sí, con opiniones para todos los gustos.

"No sé si estos artistas serán reconocidos como tales en el futuro. Ni si su obra permanecerá o no. Pero creo que es importantísimo que nos muestren qué es hoy el arte de vanguardia. Nos guste o no, nos cabree o nos deje indiferentes. Ya es hora de que en esta ciudad entre un poco de aire fresco", aseguraba ayer un visitante en el Kursaal.

La barrera entre los ciudadanos y el arte contemporáneo la había roto la víspera Jeremy Deller, porque supo convertir a los donostiarras en protagonistas de la inauguración de Manifesta 5. Contactó con decenas de asociaciones de la ciudad para hacer un desfile en el que participaron 400 personas, desde bailarines de tango o flamenco, a surferos, donantes de sangre o personas ciegas, así hasta 25 colectivos, que marcharon al son de ritmos africanos y rumanos.

Los escépticos

Muchos se dejaron ver ayer por las salas de Manifesta 5, abiertas hasta el 30 de septiembre. Otros, con el boca a oreja, hicieron que algunos escépticos también se acercaran a ver las pinturas o dibujos a carboncillo del alemán Johannes Kahrs; la escultura sensible al movimiento de Paola Pivi, el vídeo en el que Kulli K. Kaats sustituye el lenguaje humano por los arrullos y el gorjeo de los pájaros; la proyección de un conejo comiéndose una zanahoria mientras un pianista toca en directo... "No soy un especialista en arte contemporáneo, pero, sinceramente, he visto pocas cosas que merezcan la pena. Esto es una manifestación del mercantilismo del mundo del arte", lamentaba otro visitante.

Lo que nadie discutía es que Manifesta 5 ha situado a San Sebastián en el mapa. Profesionales de todo el mundo han visitado la muestra: desde Vicente Todolí, director de la Tate Modern, a Laura Hoptman, comisaria de la trienal estadounidense, Carnegie Internacional, o Nuria Enguita, directora de la Fundación Tàpies, por citar algunos.

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