Zapatero habilitará las oficinas del Inem para solucionar el atasco de extranjería

El Ejecutivo anuncia un "plan de choque" para gestionar los expedientes de los inmigrantes

El Gobierno habilitará las oficinas del Instituto Nacional de Empleo (Inem), las de la Seguridad Social y las ventanillas únicas empresariales como puntos de recogida de las solicitudes de renovación de los permisos de trabajo y de residencia de los extranjeros. Ésta es una de las medidas del "plan de choque" anunciado ayer por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para desbloquear los más de 370.000 expedientes de inmigrantes sin resolver que el PP legó al Ejecutivo socialista. El plan es coordinado por la secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí.

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El Gobierno habilitará las oficinas del Instituto Nacional de Empleo (Inem), las de la Seguridad Social y las ventanillas únicas empresariales como puntos de recogida de las solicitudes de renovación de los permisos de trabajo y de residencia de los extranjeros. Ésta es una de las medidas del "plan de choque" anunciado ayer por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para desbloquear los más de 370.000 expedientes de inmigrantes sin resolver que el PP legó al Ejecutivo socialista. El plan es coordinado por la secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí.

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"Tenemos cientos de miles de expedientes de procesos que afectan a la regularización de inmigrantes", declaró el presidente del Gobierno a la Cadena SER, en referencia al colapso que sufren las oficinas de extranjería. "Se hará un plan de choque para abordar esta situación de desidia y desorganización".

Zapatero añadió: "Hace falta eficacia en la gestión y una administración de la inmigración que el Gobierno anterior no ha construido. Vamos a tener un plan de choque para abordar esta situación. Muchos de esos trabajadores [inmigrantes] que están en situación irregular podrían estar en situación de regularidad".

En efecto, unos 200.000 de los 370.000 expedientes atascados corresponden a extranjeros que intentan renovar sus permisos de residencia y de trabajo caducados. Aunque la falta de respuesta de la Administración al cabo de tres meses es considerada como un asentimiento (lo que en términos jurídicos se conoce como silencio positivo), los solicitantes carecen de un documento que certifique su situación legal. Eso les coloca en una situación de irregularidad técnica o sobrevenida que, en muchos casos, les impide renovar sus contratos laborales, acceder a nuevos puestos de trabajo, ser dados de alta en la Seguridad Social u obtener el certificado de retorno necesario para volver a entrar en España si viajan a su país. Además, el Estado pierde las contribuciones de los extranjeros al IRPF y a la Seguridad Social.

Medidas concretas

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El plan de choque, elaborado por los ministerios de Trabajo y Asuntos Sociales y coordinado por Consuelo Rumí, incluye la creación de 267 plazas, a través del Inem, para reforzar las oficinas de extranjería de toda España. También contempla la distribución del servicio a los inmigrantes en varios locales, con el fin de evitar la actual congestión en las principales oficinas y unidades de extranjería de Madrid, Barcelona, Alicante, Murcia, Almería y Málaga.

Además, establece varios puntos de recogida de solicitudes de renovación: las oficinas de las comunidades autónomas, las del Inem, las de la Seguridad Social y las ventanillas únicas empresariales, "estas últimas en colaboración con las Cámaras de Comercio".

El plan modificará también los procesos de trabajo de la Administración, de forma que sean departamentos específicos los que tramiten y comuniquen a los inmigrantes las renovaciones automáticas por silencio positivo de los permisos de residencia y de trabajo. También cambiará el sistema de cita previa: se ajustará el número de citas concedidas a la capacidad real de las unidades de extranjería, relacionando la concesión de la cita con la caducidad de los permisos. El objetivo de estas medidas es lograr que sea la propia Administración la que cite a los interesados antes del vencimiento de sus permisos, como hace la Dirección General de Tráfico en las renovaciones de permiso de conducir.

Un proceso largo y complejo

La renovación de los permisos de trabajo y de residencia es un proceso largo y complejo. EL PAÍS ha reconstruido el camino burocrático que deben recorrer los inmigrantes:

El extranjero debe iniciar la renovación de sus permisos en un período que abarca desde un mes antes de su caducidad hasta tres meses después de ésta. Para ello ha de pedir cita previa (por teléfono, fax o correo electrónico) en la oficina de extranjería.

El día y la hora fijados debe presentar los siguientes documentos: formulario de solicitud, pasaporte, permiso de residencia y trabajo anterior, certificado de vida laboral, contrato de trabajo y, en el caso de cambio de empleador, oferta de empleo con los documentos de la nueva empresa.

La resolución del permiso de trabajo debe producirse en el plazo de tres meses. En caso contrario, se da por aprobada.

El permiso de residencia sigue un camino paralelo: la policía revisa los antecedentes penales del solicitante. En caso de que pase esa prueba, el extranjero es citado para que presente la resolución del permiso laboral y el permiso anterior. En 40 días deberá comparecer de nuevo para estampar su huella dactilar. Sólo entonces se le expedirá el permiso de residencia.

La Administración está invirtiendo hasta nueve meses en estos procesos.

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