Real arquitectura efímera

El decorador Pascua Ortega junto al arquitecto Tomás Alía y el anticuario Lorenzo del Castillo componen la tríada de profesionales a los que se les ha encargado el complejo ejercicio de la decoración de la ciudad, intervenciones algunas de ellas que pueden calificarse de verdaderas arquitecturas efímeras, como es el caso del bosque en memoria de los fallecidos el 11-M, en la glorieta de Carlos V (Atocha).

Los tres: decorador, arquitecto y anticuario (con estilos muy diferenciados entre sí que van desde los ambientes neoclásicos de Ortega a las expresiones neominimalistas de Alía) se han...

El decorador Pascua Ortega junto al arquitecto Tomás Alía y el anticuario Lorenzo del Castillo componen la tríada de profesionales a los que se les ha encargado el complejo ejercicio de la decoración de la ciudad, intervenciones algunas de ellas que pueden calificarse de verdaderas arquitecturas efímeras, como es el caso del bosque en memoria de los fallecidos el 11-M, en la glorieta de Carlos V (Atocha).

Los tres: decorador, arquitecto y anticuario (con estilos muy diferenciados entre sí que van desde los ambientes neoclásicos de Ortega a las expresiones neominimalistas de Alía) se han planteado desde un maquillaje de luz a los monumentos (Palacio de Correos, Museo del Prado, Puerta de Alcalá, fuentes de Cibeles y Neptuno, entre otros) a la instalación de grandes paramentos donde la iconografía celeste extraída de la pintura figurativa de distintas épocas ocupa el primer plano. En el caso del Museo del Prado, estas macroilustraciones son los bodegones florales, tan caros a la tradición española desde Arellano al siglo XIX. Banderolas plateadas y todo el verde posible completan la decoración edilicia.-