El Corredor Filadelfia frente al contrabando

Los refugiados palestinos, expulsados por los israelíes de Cisjordania en el año 1948, instalados en el sur de Gaza a un lado y otro de la frontera con Egipto, han conseguido sobrevivir durante los últimos 50 años gracias a la ayuda humanitaria internacional, pero también gracias al contrabando.

En un principio se trataba de contrabando de alimentos o de electrodomésticos, pero desde que se inició la segunda Intifada en el otoño del año 2000, se ha especializado en armas. Al principio los productos de contrabando burlaban la frontera con Egipto por las terrazas de las casas, contiguas a...

Los refugiados palestinos, expulsados por los israelíes de Cisjordania en el año 1948, instalados en el sur de Gaza a un lado y otro de la frontera con Egipto, han conseguido sobrevivir durante los últimos 50 años gracias a la ayuda humanitaria internacional, pero también gracias al contrabando.

En un principio se trataba de contrabando de alimentos o de electrodomésticos, pero desde que se inició la segunda Intifada en el otoño del año 2000, se ha especializado en armas. Al principio los productos de contrabando burlaban la frontera con Egipto por las terrazas de las casas, contiguas a la línea de separación internacional, pero ahora el contrabando se hace a través de túneles.

El mando militar israelí trata desde hace tiempo de poner fin a este comercio con el establecimiento del llamado Corredor Filadelfia, una franja militar de cerca de 100 metros de ancho, por nueve kilómetros de largo. Esta franja estará protegida por torres de vigilancia, alambradas y muros electrificados, así como por patrullas móviles israelíes.

Para hacer posible la construcción de este corredor militar será primero necesario despejar esa franja de territorio y destruir centenares de casas de este campo de refugiados palestinos de Rafah.