LA INVESTIGACIÓN DE LOS ATENTADOS DEL 11-M

Un atípico gabinete de crisis

A las 11.30 del 11 de marzo, el Gobierno informó de que se había reunido en La Moncloa el gabinete de crisis. Según la imagen captada por los fotógrafos, la reunión fue presidida por José María Aznar, y a ella acudieron los vicepresidentes primero y segundo del Gobierno, Rodrigo Rato y Javier Arenas, respectivamente; el ministro del Interior, Ángel Acebes; el ministro portavoz, Eduardo Zaplana; el secretario general de Presidencia del Gobierno, Javier Zarzalejos, y el secretario de Estado de Comunicación, Alfredo Timmermans. Lo que llama la atención es la presencia de dos responsables de la po...

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A las 11.30 del 11 de marzo, el Gobierno informó de que se había reunido en La Moncloa el gabinete de crisis. Según la imagen captada por los fotógrafos, la reunión fue presidida por José María Aznar, y a ella acudieron los vicepresidentes primero y segundo del Gobierno, Rodrigo Rato y Javier Arenas, respectivamente; el ministro del Interior, Ángel Acebes; el ministro portavoz, Eduardo Zaplana; el secretario general de Presidencia del Gobierno, Javier Zarzalejos, y el secretario de Estado de Comunicación, Alfredo Timmermans. Lo que llama la atención es la presencia de dos responsables de la política informativa del Gobierno, Zaplana y Timmermans, y la ausencia de los ministros de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, y de Defensa, Federico Trillo-Figueroa. Según el decreto de 1986 que crea la Comisión Delegada del Gobierno para Situaciones de Crisis, los ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa son titulares natos de esta comisión, entre cuyas funciones está la de "dirigir y coordinar las actuaciones encaminadas a prevenir, controlar y conducir las situaciones de crisis".

La ausencia de Palacio es significativa, pues ese día tuvo una intensa actividad, instruyendo a las embajadas españolas para que defendiesen la autoría de ETA. Pero más importante es la de Trillo-Figueroa, de cuyo departamento dependía el CNI. La ausencia del ministro de Defensa, al que los atentados sorprendieron en Alicante, podía haberse suplido convocando a Jorge Dezcallar, entonces director del servicio secreto, que tenía rango de secretario de Estado, como Timmermans.

El decreto prevé que cualquier ministro e incluso alto cargo pueda ser convocado, aunque no forme parte del gabinete de crisis. Por ejemplo, los titulares de Sanidad, Ana Pastor, dada la magnitud de la tragedia, y de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, de quien dependía Renfe. Pero los únicos incorporados fueron Zaplana y Timmermans.

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