Informe inconcreto

El Consejo de Ministros dio ayer su visto bueno al informe sobre la ley integral contra la violencia de género, un primer paso hacia la aprobación del correspondiente proyecto de ley y su remisión a las Cortes, que se anunció para antes del 30 de junio. Las líneas maestras aprobadas incorporan buena parte de las promesas electorales del PSOE, pero sin avanzar apenas en su concreción. No se va a crear de momento el Fondo de Garantía de Pago de Alimentos, destinado a los hijos cuyos padres incumplen el pago de la pensión. La explicación que se ha dado es que este asunto trasciende el ámbito de l...

El Consejo de Ministros dio ayer su visto bueno al informe sobre la ley integral contra la violencia de género, un primer paso hacia la aprobación del correspondiente proyecto de ley y su remisión a las Cortes, que se anunció para antes del 30 de junio. Las líneas maestras aprobadas incorporan buena parte de las promesas electorales del PSOE, pero sin avanzar apenas en su concreción. No se va a crear de momento el Fondo de Garantía de Pago de Alimentos, destinado a los hijos cuyos padres incumplen el pago de la pensión. La explicación que se ha dado es que este asunto trasciende el ámbito de la ley integral.

Casi dos millones de españolas sufren maltrato físico o psíquico en el ámbito doméstico, la mayoría de ellas a manos de sus maridos, novios o ex compañeros, según una macroencuesta realizada en 2002 por encargo del Instituto de la Mujer. A lo largo de 2003 fueron al menos 70 las mujeres que perdieron la vida por ataques de este tipo. La violencia machista, secular en nuestra civilización, no dejó de ser un problema privado para convertirse en una preocupación pública compartida por la mayoría de la población hasta finales de los noventa.Un crimen espantoso, el asesinato de Ana Orantes en Granada en 1997, quemada viva por su marido en su hogar, conmocionó a la opinión pública y eso propició la aprobación del I Plan de Acción contra la Violencia Doméstica. Fue la primera concreción de una reivindicación que las organizaciones feministas venían reclamando desde hacía años. El último paso hasta ahora ha sido la Ley Reguladora de la Orden de Protección, aprobada por unanimidad y en vigor desde el 2 de agosto pasado.

Esas medidas adoptadas durante los dos gobiernos del PP fueron positivas, pero, como criticaron los partidos de izquierda, se introdujeron de manera tímida y dispersa, sin abordar el problema en su integridad. De ahí que el PSOE ya propusiera en la legislatura pasada una ley integral, que ahora se va a convertir en realidad. Tratar globalmente el problema se concreta en que la ley no sólo va a profundizar en las medidas preventivas y de apoyo a la mujer maltratada, sino que incluirá otras tendentes a poner fin a la cultura machista: actuando en las escuelas de diversas formas, incluida la puesta en marcha de la asignatura de Ética e Igualdad, o modificando la ley de la publicidad para evitar los anuncios degradantes para la mujer.

José Luis Rodríguez Zapatero prometió que éste sería el primer proyecto de ley de su Gobierno. Una vez elegido, anunció que en el primer Consejo de Ministros ordinario abordaría el tema. Esto último lo ha hecho y lo primero seguirá siendo posible mientras no envíe otro proyecto al Parlamento. Pero cabía esperar algo más que la aprobación de un informe con escasas concreciones.