Andalucía promueve charlas y manualidades sobre el 11-M
Andalucía se ha sumado al doloroso intento de explicar la barbarie a los más pequeños. En casi todos los colegios de infantil y primaria de la comunidad se han realizado, de forma espontánea, actos en homenaje a las víctimas del 11-M. Los profesores se han esforzado en contestar las preguntas de los más pequeños ahorrándoles la crudeza de la realidad, a través de charlas, pidiéndoles que hicieran dibujos sobre lo ocurrido o, simplemente, manifestando su deseo de paz dejando la huella de sus manos pintadas en una pared.
En el Colegio Público San Juan Bautista de Cuevas Bajas (Málaga), un...
Andalucía se ha sumado al doloroso intento de explicar la barbarie a los más pequeños. En casi todos los colegios de infantil y primaria de la comunidad se han realizado, de forma espontánea, actos en homenaje a las víctimas del 11-M. Los profesores se han esforzado en contestar las preguntas de los más pequeños ahorrándoles la crudeza de la realidad, a través de charlas, pidiéndoles que hicieran dibujos sobre lo ocurrido o, simplemente, manifestando su deseo de paz dejando la huella de sus manos pintadas en una pared.
En el Colegio Público San Juan Bautista de Cuevas Bajas (Málaga), un pequeño pueblo de 1.400 habitantes, sus 178 alumnos han vivido la tragedia muy de cerca. Los padres de María Victoria León Moyano, una de las jóvenes que falleció en el atentado, son del pueblo y ella solía visitarlo en verano. "Hemos hablado de terrorismo en clase con los alumnos de ESO y a los más pequeños les hemos explicado que lo que ha pasado lo han hecho unos hombres malos. Los estudiantes están muy afectados, porque algunos son familiares de María Victoria y llegaban a clase diciendo que se acordaban de cuando venía de verano o que sus familiares habían ido a Madrid al entierro", comenta el director del colegio, Manuel Casaus. En el Colegio Público de Infantil y Primaria Ramón y Cajal de El Ejido (Almería) profesores y alumnos están habituados al diálogo.
Este centro, con 650 estudiantes, forma parte de la red Andalucía Escuelas de Paz y el día después del atentado los estudiantes hicieron una gran pancarta en la que podía leerse: "No al terrorismo, sí a la vida" y llenaron las paredes exteriores del gimnasio de marcas de manos multicolores; su forma de decir que quieren vivir en paz.