Fraga espera que Zapatero debata sus propuestas autonomistas, que Aznar rechazó

Ni una mala palabra que emborrone el triunfo electoral socialista. El presidente de la Xunta y fundador del PP, Manuel Fraga, se reafirmó ayer en la exquisita cortesía institucional con que ha acogido la victoria del PSOE y expresó su confianza en que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero acepte debatir algunas de sus propuestas de desarrollo autonómico. Esas iniciativas de Fraga, que incluyen la reforma del Senado, la representación de las comunidades autónomas ante la UE y la creación de una conferencia de presidentes autonómicos, habían chocado con el rechazo de los Gobiernos de Aznar...

Ni una mala palabra que emborrone el triunfo electoral socialista. El presidente de la Xunta y fundador del PP, Manuel Fraga, se reafirmó ayer en la exquisita cortesía institucional con que ha acogido la victoria del PSOE y expresó su confianza en que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero acepte debatir algunas de sus propuestas de desarrollo autonómico. Esas iniciativas de Fraga, que incluyen la reforma del Senado, la representación de las comunidades autónomas ante la UE y la creación de una conferencia de presidentes autonómicos, habían chocado con el rechazo de los Gobiernos de Aznar.

Tras las elecciones, mientras en el PP se alzaban voces que cuestionaban la victoria del PSOE por el clima emocional tras la matanza del 11-M, Fraga se limitó a recordar que la democracia presupone la alternancia y a preparar de inmediato sus relaciones con el futuro Gobierno. En cuanto tomen posesión, los nuevos ministros se encontrarán con una solicitud de entrevista enviada por Fraga. El presidente gallego quiere verlos a todos.

Sobre la política autonómica de Zapatero, Fraga dijo que no se siente "ni pesimista ni excesivamente optimista". Al presidente de la Xunta le parece "a primera vista" que el PSOE puede abrir debates coincidentes con las propuestas del PP gallego que el Ejecutivo de Aznar nunca quiso discutir. Fraga matizó que los socialistas pretenden empezar por una iniciativa que "no es la más importante", la instauración de una conferencia de presidentes autonómicos. Lo que preocupa al presidente gallego es que la cuestión autonómica quede emborronada por un "elemento perturbador", la presencia en el Gobierno de la Generalitat de Cataluña de Esquerra Republicana, formación a la que calificó de "evidentemente separatista y anticonstitucional".