L'Entesa y Los Verdes acusan a la Comisión Europea de condenar al Júcar con el trasvase

Ecologistas y la Fundación Nueva Cultura del Agua dicen que no hay caudal para ceder

La decisión de la Comisión Europea de financiar el trasvase al Vinalopó supone "condenar a muerte" al río Júcar, que no tiene caudal para trasladar al Vinalopó 80 hectómetros cúbicos. Grupos ecologistas y la Fundación Nueva Cultura del Agua también rechazaron el informe medioambiental positivo de la Comisión y la aprobación de una ayuda de 80,121 millones de euros para las obras. Los Verdes del Parlamento Europeo presentaron ayer a la Comisión tres nuevas preguntas sobre el Júcar, mientras el PP y los agricultores aplaudieron la decisión.

Condena o sentencia de muerte para el Júcar. Así...

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La decisión de la Comisión Europea de financiar el trasvase al Vinalopó supone "condenar a muerte" al río Júcar, que no tiene caudal para trasladar al Vinalopó 80 hectómetros cúbicos. Grupos ecologistas y la Fundación Nueva Cultura del Agua también rechazaron el informe medioambiental positivo de la Comisión y la aprobación de una ayuda de 80,121 millones de euros para las obras. Los Verdes del Parlamento Europeo presentaron ayer a la Comisión tres nuevas preguntas sobre el Júcar, mientras el PP y los agricultores aplaudieron la decisión.

Condena o sentencia de muerte para el Júcar. Así definieron L'Entesa y los Verdes europeos el visto bueno al trasvase al Vinalopó. El portavoz adjunto de L'Entesa en las Cortes Valencianas, Carles Arnal, resaltó que "nadie garantiza un caudal mínimo", y achacó la decisión a "presiones muy fuertes" del Gobierno español "a cambio de otras contraprestaciones como ceder en la Constitución Europea". También WWF y Ecologistas en Acción achacaron a presiones políticas la aprobación de la ayuda y destacaron el miércoles que los aforos del Júcar en su desembocadura, según datos oficiales, confirman que no hay caudal ambiental alguno. Para la Fundación Nueva Cultura del Agua, la Comisión sabe "perfectamente que el trasvase Júcar-Vinalopó no tiene agua, que dependerá de las compensaciones del Ebro, que dañará seriamente a l'Albufera y a la agricultura de la Ribera, y que es económicamente ruinoso", pero ha cedido a las presiones "en una decisión que erosiona gravemente la credibilidad de la política europea del agua". La Fundación rechaza que el trasvase del Júcar y el del Ebro sean proyectos independientes, como sostiene el Gobierno central y ha asumido la Comisión Europea. Según la Fundación, el agua del Ebro acabará sustituyendo los caudales del Júcar detraídos a los usuarios aguas abajo cuando se confirme la falta de recursos.

Los Verdes en el Parlamento Europeo reaccionaron con la presentación de tres nuevas preguntas "para desenmascarar la trampa en que ha caído la Comisión", en relación con la "falta de caudal ecológico del Júcar", la "conexión" con el trasvase del Ebro y el incumplimiento del principio de recuperar los costes. "La cofinanciación no es una decisión técnica, es política", protestó el eurodiputado Alex de Roo.

Por contra, a la satisfacción del Consell se unió ayer el ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, quien acusó a los socialistas de "falsear datos" del trasvase. El portavoz popular en las Cortes, Serafín Castellano, se congratuló por el visto bueno al proyecto "a pesar del bloqueo" de otros partidos. José Antonio Godoy, portavoz de Infraestructuras del PSPV, mostró su "satisfacción" y afirmó que su partido ha apoyado este trasvase. El presidente de los usuarios del trasvase, Andrés Martínez, señaló que la decisión permitirá la supervivencia de la agricultura en el interior de Alicante, informa David Cerdán.

Recursos escasos

El Plan Hidrológico del Júcar aprobado en 1997 hizo cuentas sobre los recursos disponibles y consideró factible una transferencia de 80 hectómetros cúbicos al Vinalopó acordada ya con anterioridad por el entonces presidente de la Generalitat Eduardo Zaplana y la ex ministra de Medio Ambiente Isabel Tocino. El Gobierno central siempre ha defendido que hay agua para ceder si se moderniza la Acequia Real del Júcar, se ahorra y se reutiliza agua. Y sostiene que este trasvase no tiene nada que ver con el del Ebro.

Los críticos con la canalización han objetado que las cuentas no salen y alegan que los aforos del río en la desembocadura, medidos día a día entre 1995 y 2003 por la Confederación Hidrográfica del Júcar, dan una media de 80,4 hectómetros cúbicos, o sea la cantidad a trasvasar. Sin caudal ambiental, el río morirá o acabará como una "cloaca", advierten. También señalan que la imposibilidad de cumplir con el reparto de agua prometido se admite al prever que el trasvase del Ebro deje en la zona de Tous 63 hectómetros cúbicos. Serán necesarios para afrontar la escasez de agua del Júcar si los ajustados cálculos al final fallan.

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