Los paisajes de Hernández Pijuan se exhiben en la ciudad sueca de Malmoe
Desde el pasado viernes, la Konsthall (Galería de Arte) de la comuna de la ciudad sueca de Malmoe, la tercera en importancia del país, unida por el sur al continente a través del puente de Öresund entre dicha ciudad y Copenhague, exhibe una muestra del pintor Joan Hernández Pijuan (Barcelona, 1931). Junto al paisaje obstinadamente gris del otoño sueco convivirán hasta el 25 de enero de 2004 los famosos paisajes del artista catalán, que constituyen un punto de partida y de eterno retorno, esenciales en su vida y rescatados por la memoria y la pasión en su obra. Paisajes singulares a cuya metáfo...
Desde el pasado viernes, la Konsthall (Galería de Arte) de la comuna de la ciudad sueca de Malmoe, la tercera en importancia del país, unida por el sur al continente a través del puente de Öresund entre dicha ciudad y Copenhague, exhibe una muestra del pintor Joan Hernández Pijuan (Barcelona, 1931). Junto al paisaje obstinadamente gris del otoño sueco convivirán hasta el 25 de enero de 2004 los famosos paisajes del artista catalán, que constituyen un punto de partida y de eterno retorno, esenciales en su vida y rescatados por la memoria y la pasión en su obra. Paisajes singulares a cuya metáfora el visitante sueco, también muy marcado por su entorno natural, no accede en una primera mirada, aunque miradas posteriores le permitirán descubrir lejanas identidades.
La exposición se enmarca en el programa Arte Español para el Exterior, y ha contado con la colaboración del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba), que acogió la muestra el pasado invierno, y la Sociedad Estatal para la Acción Cultural en el Exterior (Seacex).
María Corral, comisaria de la muestra, explicó las características fundamentales de la obra del pintor en una visita previa para la prensa y público especializado, así como también en la inauguración de la muestra, a la que asistió el embajador de España en Suecia, Javier Garrigues.
La muestra que se exhibe en Malmoe recoge obra realizada por Hernández Pijuan desde los años setenta hasta la actualidad. Fue a mediados de los setenta cuando el pintor comenzó a utilizar la naturaleza como referente, algo que, según explicó en sus conversaciones en Malmoe, viene de las raíces rurales de su infancia en La Segarra, que lo marcaron para siempre. "La memoria de ese paisaje", cielos, tierras cultivadas, colinas, árboles, pájaros, flores, afirmó, "ha condicionado mi forma de ser y de vivir, y por ello también mi forma de pintar". "Y esto comenzó a ser posible cuando me desprendí de condicionantes culturales que no me correspondían y tomé los míos propios".