El primer ministro palestino tiende la mano a Israel en su investidura ante el Parlamento

Ahmed Qurei promete acabar con el exceso de armas en las calles de Cisjordania y Gaza

El primer ministro palestino, Ahmed Qurei, más conocido como Abu Alá, prometió ayer, en su discurso de investidura ante el Parlamento reunido en Ramala, acabar con el caos armado de las calles, al tiempo que tendía la mano a los israelíes y les invitaba a avanzar por el camino del diálogo, de acuerdo con el plan norteamericano de la Hoja de Ruta. La Cámara legislativa apoyó, con 48 votos a favor, 13 en contra y 5 abstenciones, el nombramiento del nuevo jefe de Gobierno y de su Gabinete, compuesto por 24 ministros, 17 de ellos de Al Fatah, el partido de Yasir Arafat.

"No es aceptable que...

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El primer ministro palestino, Ahmed Qurei, más conocido como Abu Alá, prometió ayer, en su discurso de investidura ante el Parlamento reunido en Ramala, acabar con el caos armado de las calles, al tiempo que tendía la mano a los israelíes y les invitaba a avanzar por el camino del diálogo, de acuerdo con el plan norteamericano de la Hoja de Ruta. La Cámara legislativa apoyó, con 48 votos a favor, 13 en contra y 5 abstenciones, el nombramiento del nuevo jefe de Gobierno y de su Gabinete, compuesto por 24 ministros, 17 de ellos de Al Fatah, el partido de Yasir Arafat.

"No es aceptable que ninguno de nosotros permita el caos de armas y disparos entre la gente", aseguró ayer Abu Alá, de 66 años, en un mensaje en el que trazó las líneas fundamentales del programa de su nuevo Gobierno, el segundo que preside desde que el pasado 5 de octubre se hiciera cargo del Ejecutivo tras la dimisión del anterior primer ministro, Abu Mazen.

Las primeras palabras de Abu Alá estuvieron claramente dirigidas a las milicias radicales que desde hace tres años impulsan la Intifada, a las que invitó no sólo a deponer las armas, sino a desarmarse para participar en una tregua y permitir así el establecimiento de un dialogo con los israelíes, a los que dirigió la segunda parte de su discurso.

"A los israelíes les decimos que queremos paz, seguridad e independencia, y esto no se materializa si no trabajamos juntos. Tenemos que ayudarnos los unos a los otros para frenar este círculo infernal", continuó Abu Alá, al tiempo que propugnaba la puesta en marcha de la Hoja de Ruta y anunciaba su intención de reclamar al Cuarteto de Madrid (EE UU, la ONU, la UE y Rusia) un calendario de aplicación inmediata de la primera fase del plan, en la que se prevé, entre otras cosas, la declaración de un alto el fuego.

El discurso del nuevo primer ministro palestino fue precedido por un largo mensaje del presidente Yasir Arafat, también en tono conciliador y dialogante, con el que propugnó el restablecimiento de las negociaciones de paz y el fin de la guerra con el enemigo israelí.

"Ha llegado el momento de instaurar un diálogo en lugar de un enfrentamiento militar, con violencia, asesinatos y destrucciones. Ha llegado el momento para nosotros y para vosotros, israelíes, de salir del ciclo de la guerra destructiva que no nos conducirá a la paz y a la seguridad", afirmó el anciano presidente ante su auditorio.

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El doble mensaje de paz lanzado ayer desde la capital provisional palestina fue acogido con cierto escepticismo por el Gobierno israelí, según se desprende de las declaraciones de Raanan Gissin, uno de los portavoces más beligerantes del jefe del Gobierno, Ariel Sharon, que aseguró, refiriéndose a Arafat, que no se podía lanzar un discurso de paz "blandiendo en una mano la rama de olivo" y en la otra "una granada a punto de explotar".

Pero, a pesar de esta respuesta inicialmente escéptica, el Ejecutivo israelí ha anunciado que colaborará con el nuevo primer ministro y que reducirá en cierto grado la presión del Ejército sobre la población palestina. Esta oferta supone una concesión clara a los requerimientos que ha venido efectuando en las últimas semanas una parte importante de la cúpula militar israelí, que reclama abandonar la política belicista y dar paso al diálogo.

El nuevo Gobierno palestino está compuesto por 24 ministros, a la cabeza del cual se encuentra Abu Alá, un especialista en misiones difíciles, aunque de salud muy frágil y que sufrió una operación de corazón hace dos años. Al nuevo jefe de Gobierno no parecen amedrentarle los retos, ya que se ha hecho cargo además del Ministerio de la Comunicación y del de Asuntos Religiosos.

Sobre el papel, Abu Alá no tendrá más atribuciones o prerrogativas de las que dispuso su predecesor Abu Mazen, que se vio obligado a dimitir de su puesto después de un largo enfrentamiento institucional con Arafat por el control de las fuerzas de seguridad. El nuevo primer ministro ha optado, sin embargo, esta vez con la única vía posible: la de la cohabitación con el presidente palestino.

La dimisión del anterior primer ministro Mahmud Abbas aceleró la creación de un nuevo Gobierno palestino a finales de 2003. Tras semanas de luchas internas, se confirmó que su sustituto sería Ahmed Qurei, Abú Alá.REUTERS

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