Un equipo joven para Saura

Militantes con experiencia junto a jóvenes debutantes o casi debutantes. El equipo del presidente de ICV, Joan Saura, en la campaña electoral incorpora a jóvenes que se estrenaron en la de las municipales o que lo hacen ahora en esta. La media de edad es de 35 años. El director de la campaña es Jordi Guillot, de 48 años, ex portavoz de ICV en el Parlament. Le acompañan Jaume Bosch, 50 años, vicepresidente de ICV, y entre los más jóvenes, Rosa Mateu, 35 años y jefa de gabinete de Saura; Joan Herrera, el portavoz del partido, de 32 años; el responsable de imagen, Josep Vendrell, de 35, y la benj...

Militantes con experiencia junto a jóvenes debutantes o casi debutantes. El equipo del presidente de ICV, Joan Saura, en la campaña electoral incorpora a jóvenes que se estrenaron en la de las municipales o que lo hacen ahora en esta. La media de edad es de 35 años. El director de la campaña es Jordi Guillot, de 48 años, ex portavoz de ICV en el Parlament. Le acompañan Jaume Bosch, 50 años, vicepresidente de ICV, y entre los más jóvenes, Rosa Mateu, 35 años y jefa de gabinete de Saura; Joan Herrera, el portavoz del partido, de 32 años; el responsable de imagen, Josep Vendrell, de 35, y la benjamina, Laia Ortiz, de 24 años, responsable de los jóvenes.

En la sede barcelonesa del partido en la calle de la Ciutat, se percibe cierta euforia. Las municipales supusieron una fuerte subida de votos y los esfuerzos se dirigen ahora a alcanzar los 250.000 el 16 de noviembre frente a los 78.000 obtenidos en las autonómicas de 1999.

En ICV, los miércoles y viernes toca hacer análisis y balance. Aquí se habla de los mensajes que se quieren transmitir y de cómo hacerlo. También de corregir el tiro si se ven fallos, porque se requiere tener un fino olfato para atisbar si las cosas van bien. "Nosotros no tenemos presupuesto para ir modulando los mensajes durante la campaña. No tenemos dinero para hacer encuestas a media campaña como tienen otros. Nos tenemos que fiar de nuestro olfato", explica Guillot, que, además de comunicar, debe estar con un ojo puesto en el presupuesto electoral para que no haya desviaciones sobre los 1,8 millones de euros programados para gastar en la campaña.

Si los miércoles y los viernes toca hacer análisis, los lunes el candidato a la presidencia de la Generalitat, Joan Saura; el cabeza de lista por Girona, Lluís Postigo; la candidata por Tarragona, Dolors Comas, y Joan Farré, que encabeza la lista de Lleida, se reunen con Guillot, Bosch y Jordi Miralles, entre otros, para hacer balance y propuestas. "Aquí hacemos un balance más político de la campaña y es donde los candidatos explican sus impresiones y proponen. Intentamos comunicar los mensajes en función del lugar donde van a ir a explicarlos los candidatos", dice Guillot. "Si vamos a una fábrica, hablaremos de los accidentes laborales; si estamos de la central nuclear de Vandellòs, explicaremos nuestra propuesta para cerrar las centrales nucleares", añade el director de la campaña.

Los estrategas de la campaña dicen que una parte de la eficacia de los mensajes es repetirlos. Para ello, hay que concentarse en pocos temas: Desarrollar el Estado del Bienestar, luchar contra la pobreza y la precariedad laboral, la protección del medioambiente, la lucha contra la desigualdad de las mujeres en el trabajo y en la sociedad y en dar más derechos a los inmigrantes.

El candidato Saura escucha, pero siempre pone cosas de su propia cosecha. Saura, que es diputado en el Congreso, es ingeniero de formación y horas de vuelo no le faltan en la política desde que se estrenó como concejal de L'Hospitalet de Llobregat en las primeras elecciones municipales de 1979.