Una juez condena al Abat Oliba por trato "vejatorio y discriminatorio" contra su ex secretario general

El centro universitario Abat Oliba no ha empezado con buen pie el nuevo curso académico. Esta Universidad, la cuarta privada de Cataluña después de que el pasado junio el Parlament le reconociera dicha categoría, ha sido acusada en una sentencia del Juzgado Social número 6 de Barcelona de "trato discriminatorio y vejatorio" contra Jesús Fernández Viladrich, ex secretario general del centro. La Fundación San Pablo CEU, de la que depende el Abat Oliba, deberá indemnizar al demandante con 167.600 euros.

Fernández Viladrich, que trabajó en esta institución durante 23 años y había sido tambi...

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El centro universitario Abat Oliba no ha empezado con buen pie el nuevo curso académico. Esta Universidad, la cuarta privada de Cataluña después de que el pasado junio el Parlament le reconociera dicha categoría, ha sido acusada en una sentencia del Juzgado Social número 6 de Barcelona de "trato discriminatorio y vejatorio" contra Jesús Fernández Viladrich, ex secretario general del centro. La Fundación San Pablo CEU, de la que depende el Abat Oliba, deberá indemnizar al demandante con 167.600 euros.

Fernández Viladrich, que trabajó en esta institución durante 23 años y había sido también secretario de su consejo académico, cursó en diciembre de 2002 y en febrero de 2003 dos demandas contra este centro -entonces adscrito a la Universidad de Barcelona (UB)- para lograr la extinción de su contrato laboral por acoso moral y profesional.

La sentencia, a la que ha tenido acceso este periódico, considera "hechos probados", tal como mantenía el demandante, que el centro incurrió en modificación "grave" de sus condiciones laborales "sin causa que lo justifique", que hubo retraso en el abono de salarios, que la dirección cambió las llaves de la secretaría del centro siendo el demandante su titular, que le prohibieron el acceso al recinto en días no laborales, y que él, en cambio, debía pedir autorización para abandonar el centro dentro de la jornada laboral, "sin que se interponga la misma obligación a otros cargos académicos".

Según la sentencia, dictada por la juez María Luz Barreiro, "todo lo anterior evidencia trato discriminatorio y vejatorio hacia el actor por parte de la dirección del centro, y resulta objetivamente claro que se produce una lesión grave a la dignidad del trabajador".

La Fundación San Pablo CEU, controlada a su vez por la Asociación Católica de Propagandistas, lleva meses lidiando judicialmente contra algunos de sus ex trabajadores. Desde que Alfonso Coronel de Palma ocupa el cargo de presidente de ambas entidades, en Cataluña más de una treintena de profesores y trabajadores han abandonado el centro Abat Oliba o han sido despedidos, número que se eleva al menos a 80 en otros centros pertenecientes a la misma institución en Madrid y Valencia. Los afectados, que han presentado numerosas querellas ante los tribunales, alertan de que en la fundación se vive "un giro integrista y ultraconservador" debido a la presencia de miembros de movimientos como Comunión y Liberación, y Legionarios de Cristo, así como de falangistas y carlistas tradicionalistas.

Frente a estas acusaciones, Antonio Arcones, representante de la Fundación San Pablo CEU en Cataluña, ha insistido en que los cambios de plantilla se deben a la nueva orientación del centro, precisamente a partir de su voluntad de convertirse en Universidad. Y sostiene que las querellas se deben a cuestiones personales y no ideológicas.

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