Reportaje:

El Pentágono compró información irrelevante

Desertores iraquíes cobraron millones de dólares por facilitar datos confusos

La información que el Pentágono consiguió antes de la guerra de Irak de desertores del régimen de Sadam Husein a cambio de cientos de miles de dólares de ayuda no era lo que parecía. El propio Departamento de Defensa, en una comunicación interna revelada por The New York Times, admite que los datos suministrados a través del Congreso Nacional Iraquí -la oposición al régimen de Sadam que recibió fondos de Washington desde 1998- han servido de poco o nada a la hora de buscar pruebas de los programas de armas de destrucción masiva y de conocer más a fondo los resortes de la dictadura iraqu...

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La información que el Pentágono consiguió antes de la guerra de Irak de desertores del régimen de Sadam Husein a cambio de cientos de miles de dólares de ayuda no era lo que parecía. El propio Departamento de Defensa, en una comunicación interna revelada por The New York Times, admite que los datos suministrados a través del Congreso Nacional Iraquí -la oposición al régimen de Sadam que recibió fondos de Washington desde 1998- han servido de poco o nada a la hora de buscar pruebas de los programas de armas de destrucción masiva y de conocer más a fondo los resortes de la dictadura iraquí antes de la guerra.

Según el documento, EE UU se habría gastado más de un millón de dólares solamente en las operaciones de recogida de información; después de entrevistarse en numerosas ocasiones y en diferentes lugares con una veintena de desertores, el Departamento de Defensa concluyó que solamente una tercera parte de las informaciones tenían algún valor, aunque en ningún caso determinante. Varios de los desertores exageraron o confundieron a los agentes que les entrevistaban.

Más información

El Congreso Nacional Iraquí, dirigido por Ahmad Chalabi y formado por exiliados en Londres en 1992, ha recibido millones de dólares de ayuda estadounidense desde 1998, cuando se aprobó la Ley para la Liberación de Irak. Casi todo el dinero se ha gastado en tareas de consolidación y reclutamiento de seguidores. Gracias a ello y a sus credenciales políticas en el Pentágono, Chalabi entró en el Consejo Iraquí de Gobierno, que preside por rotación este mes, lo que le permitió escuchar a Bush hace una semana al frente de la delegación de Irak en la Asamblea de Naciones Unidas en Nueva York.

En una situación en la que casi solamente hay noticias negativas relacionadas con Irak, no es extraño que los sondeos recojan las críticas y el desasosiego creciente de los estadounidenses con la Casa Blanca. Según la última encuesta de Newsweek, el 72% quiere que la Administración transfiera más autoridad a la ONU para reconstruir Irak. La popularidad del presidente George W. Bush sigue estando en un débil 52%, pero su política específica sobre Irak no le gusta a la mitad de la población: el 47% la aprueba, el 46% la desaprueba.

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