El contrabando con Marruecos casi iguala a las exportaciones legales
El ministro marroquí de Economía dice que el comercio ilegal estimula la emigración
El contrabando desde Ceuta y Melilla con Marruecos mueve al año unos 1.500 millones de euros, según afirmó ayer el ministro delegado de Economía marroquí, Abderazzak el Mossadeq. La cifra que dio coincide con la que baraja la Administración española.
Es la primera vez que un responsable marroquí proporciona una estimación de este fenómeno cuyo volumen es equiparable al de las exportaciones legales españolas a Marruecos, que en 2002 ascendieron a 1.684 millones de euros.
Si se suma el comercio oficial y el contrabando, España vendió el año pasado a Marruecos mercancías por valor d...
El contrabando desde Ceuta y Melilla con Marruecos mueve al año unos 1.500 millones de euros, según afirmó ayer el ministro delegado de Economía marroquí, Abderazzak el Mossadeq. La cifra que dio coincide con la que baraja la Administración española.
Es la primera vez que un responsable marroquí proporciona una estimación de este fenómeno cuyo volumen es equiparable al de las exportaciones legales españolas a Marruecos, que en 2002 ascendieron a 1.684 millones de euros.
Si se suma el comercio oficial y el contrabando, España vendió el año pasado a Marruecos mercancías por valor de 3.185 millones y es, por tanto, su primer proveedor por delante de Francia, cuyas exportaciones se elevaron a 2.668 millones. Marruecos es además el primer cliente de España fuera de Europa, si se exceptúa Estados Unidos.
Abderazzak, que intervino en un debate organizado por Foro Intereconomía, precisó que unos 45.000 marroquíes viven directamente del contrabando pero que, si no existiese este comercio ilegal, se crearían en Marruecos unos 450.000 puestos de trabajo.
La pérdida de estos empleos "desemboca en la inmigración clandestina" hacia Europa, advirtió. "El comercio ilegal es un freno al desarrollo económico", añadió. Sostuvo que había fuertes vínculos entre el contrabando, el tráfico de drogas, el blanqueo de dinero, las mafias de la emigración y el terrorismo.
Ante los empresarios españoles, a los que animó a instalarse en su país, Abderrazak lamentó que, pese a la intensidad del comercio, España sea sólo el quinto inversor extranjero en su país. El Ministerio de Economía español asegura que es el segundo inversor después de Francia.