Rajoy asegura que el régimen cubano es ridículo y estrafalario
Mariano Rajoy, candidato del Partido Popular (PP) a la presidencia del Gobierno de España y, hasta hace dos semana, vicepresidente primero del Ejecutivo, calificó ayer al régimen cubano de "estrafalario y ridículo". Rajoy inauguró una reunión del Grupo Parlamentario Popular Europeo en Madrid en la que expuso, en líneas generales, las cuestiones que él cree que deberían añadirse a los "objetivos prioritarios de la política europea".
Después, en el coloquio con los europarlamentarios, le preguntaron por la situación actual en Cuba. Respondió textualmente lo siguiente: "Estamos a favor de ...
Mariano Rajoy, candidato del Partido Popular (PP) a la presidencia del Gobierno de España y, hasta hace dos semana, vicepresidente primero del Ejecutivo, calificó ayer al régimen cubano de "estrafalario y ridículo". Rajoy inauguró una reunión del Grupo Parlamentario Popular Europeo en Madrid en la que expuso, en líneas generales, las cuestiones que él cree que deberían añadirse a los "objetivos prioritarios de la política europea".
Después, en el coloquio con los europarlamentarios, le preguntaron por la situación actual en Cuba. Respondió textualmente lo siguiente: "Estamos a favor de la lucha por la libertad que mantienen los ciudadanos en Cuba, uno de los pocos países en los que sigue existiendo, en estos momentos, algo tan estrafalario y ridículo como es un régimen comunista". Es decir, el régimen cubano es, a juicio del sucesor de José María Aznar en el partido conservador español, "estrafalario y ridículo" por su condición de "comunista".
Tras esta polémica declaración le preguntaron por la inclusión de una referencia al cristianismo en la futura Constitución Europea. El candidato del PP a la presidencia del Gobierno contestó que él está "a favor" porque el cristianismo es "un hecho objetivo" de la civilización europea.
Antes, en su conferencia a los europarlamentarios, Rajoy defendió la inclusión de la lucha contra las armas de destrucción masiva y el terrorismo como "objetivos prioritarios de la política europea de seguridad y defensa". Argumentó que ambas son "una grave amenaza" para Europa. Y que su gravedad se vio como "una necesidad inaplazable" tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.