Economía eleva un 4,3% la cuota de abono a Telefónica en 2004, hasta 13,16 euros

El Gobierno autorizará el próximo año un subida de 0,55 euros de la cuota de abono mensual de Telefónica, que se situará en 13,16 euros, lo que supondrá un aumento del 4,36%. La subida de esta cuota, que continuará bajo el control del Gobierno después de la liberalizacion de 2005, será compensada con la bajada del precio de las llamadas para que no crezca la factura. El resto de compañías acusaron ayer al Gobierno de favorecer la reinstauración del monopolio de Telefónica y a esas críticas se sumaron las organizaciones de consumidores.

La polémica sobre las tarifas telefónicas está serv...

El Gobierno autorizará el próximo año un subida de 0,55 euros de la cuota de abono mensual de Telefónica, que se situará en 13,16 euros, lo que supondrá un aumento del 4,36%. La subida de esta cuota, que continuará bajo el control del Gobierno después de la liberalizacion de 2005, será compensada con la bajada del precio de las llamadas para que no crezca la factura. El resto de compañías acusaron ayer al Gobierno de favorecer la reinstauración del monopolio de Telefónica y a esas críticas se sumaron las organizaciones de consumidores.

La polémica sobre las tarifas telefónicas está servida. El Gobierno anunció la pasada semana la congelación de las tarifas del conjunto de servicios que presta Telefónica, y que se incluyen dentro de una cesta de precios. Pero la articulación de esa "subida cero" ha desatado la controversia, al incluir el Ejecutivo en esa cesta la cuota de abono y autorizar una subida de la misma de 0,55 euros, hasta los 13,16 euros mensuales, según concretó ayer el secretario de Estado de Economía, Luis de Guindos. Se espera que ese aumento, del 4,36% sobre la cuota actual, se compense con una bajada del precio de las llamadas, de forma que al final la factura telefónica no suba, aunque el impacto variará según el uso del servicio que se haga. La cuota de abono se paga siempre, aunque no se efectúen llamadas.

No obstante, las nuevas compañías telefónicas surgidas de la liberalización se quejan de que la medida supone un trato de favor para Telefónica, que conserva el 83% de la cuota de mercado, al permitirle unos ingresos fijos extras (de más de 100 millones de euros) que utilizará para bajar los precios de los servicios en competencia, forzándoles a ellos a nuevas rebajas a costa de su rentabilidad.

No obstante, De Guindos defendió ayer la subida de la cuota, "la más moderada" desde que se instauró el sistema de precios máximos en 2000, porque deberá ser compensada en términos ponderados con bajadas de otros servicios de forma que en el conjunto de tarifas la factura media se congele (el IPC previsto menos dos puntos). "Yo estoy convencido que con el marco establecido, el año que viene se producirán caídas de precios más intensas que en 2003, en media para el consumidor", añadió.

Pese al anuncio del ministro de Economía, Rodrigo Rato, la subida de la cuota no se incluirá en la agenda del próximo Consejo de Ministros, sino que se pospondrá para dentro de dos o más semanas, informaron fuentes del regulador.

Además, Luis de Guindos afirmó que, pese a que las tarifas se liberalizarán totalmente a partir de 2005, la cuota de abono seguirá sujeta al proceso de autorización administrativa a través de la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones.

Pero los competidores de Telefónica no están de acuerdo con De Guindos. Auna, el más importante, considera la medida "nefasta" y una "calamidad", según señaló ayer su presidente, Luis Alberto Salazar-Simpson, en el marco del XVVII Encuentro de

Telecomunicaciones, que se celebra en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander.

Competencia

"La decisión de permitir subir la cuota de abono es dar una vez más una prima de salida al incumbente (Telefónica), que tiene 17 millones de abonados y esa subida la traduce automáticamente en dinero que ingresa todos los meses, y que utilizará para hacer la competencia al pobrecito, que estás intentando sacar la cabeza a flote y no tienes la posibilidad de esos abonos", dijo el máximo responsable de Auna.

El presidente de Auna -grupo participado por SCH, Endesa y Unión Fenosa- anunció que "utilizarán todas las medidas legales a su alcance" para oponerse a la decisión del Ejecutivo, e indicó que con la medida se vuelve de facto a la situación de monopolio. "El Gobierno y el regulador tienen que pensar con equilibrio. Y equilibrio no es que alguien tenga un 83% del mercado y todavía se le eche una mano".

Salazar-Simpson acusó también al Gobierno de haber tomado la decisión "a puerta cerrada en un despacho y hurtando el dabate" con los demás operadores, a los que no se consultó.

En esta línea, ASTEL, asociación que agrupa al resto de operadores, apuntó que ha solicitado una entrevista con De Guindos para tratar este asunto y les fue denegada, según indicó su director general, Félix Álvarez-Miranda.

Por su parte, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) también criticó la decisión de la subida de la cuota tachándola de "injusta". "La factura real sube para todos", señaló un portavoz de la OCU, "en contra de lo que dice el Gobierno y Telefónica, puesto que la bajada en las tarifas internacionales y otras que se usan poco no compensan en absoluto la subida de la cuota y el mantenimiento de los precios en las comunicaciones locales, que son las que más se utilizan".

También desde el partido socialista, la secretaria de Consumidores, Isabel Pozuelo, denunció que la medida perjudica especialmente a las personas mayores y a algunas familias, e indicó que el Gobierno quiere convertir el teléfono "en artículo de lujo".