CULTURA Y ESPECTÁCULOS

Max Aub y Alejandro Casona dialogan sobre teatro en su centenario

El centenario del nacimiento de Max Aub y Alejandro Casona se conmemora en El Escorial durante toda esta semana con el curso La escena española en el exilio, que revisa la labor de los dramaturgos que por razón de la Guerra Civil tuvieron que marcharse a distintos países de Europa y sobre todo a América. Además se recuerda la obra de otros autores no tan conocidos, como Salvador de Madariaga, José Bergamín, Jacinto Grau y otros más como Rafael Alberti, y a actores y actrices como Margarita Xirgu, Enrique Diosdado y Amelia de la Torre.

A juicio del director del curso, Javier Huert...

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El centenario del nacimiento de Max Aub y Alejandro Casona se conmemora en El Escorial durante toda esta semana con el curso La escena española en el exilio, que revisa la labor de los dramaturgos que por razón de la Guerra Civil tuvieron que marcharse a distintos países de Europa y sobre todo a América. Además se recuerda la obra de otros autores no tan conocidos, como Salvador de Madariaga, José Bergamín, Jacinto Grau y otros más como Rafael Alberti, y a actores y actrices como Margarita Xirgu, Enrique Diosdado y Amelia de la Torre.

A juicio del director del curso, Javier Huerta, profesor de filología en la Universidad Complutense, la relación entre Casona y Aub era muy buena. "Tuvieron más desencuentros Max Aub y Cipriano Rivas Cherif, el gran director de escena de la República. Llama la atención que Aub no tuviera más envidia del triunfo que iba teniendo Casona", afirmó. "Aub criticó la obra última de éste, El caballero de las espuelas de oro, cuando la leyó. Le pareció que estaba muy lejos de la calidad que alcanzó en otras anteriores", añadió. "Casona era una gran persona. Ayudó mucho a Jacinto Grau que murió prácticamente en la indigencia en Buenos Aires". Para Fernando Domènech, profesor de dramaturgia de la Real Escuela de Arte Dramático, Casona fue "el gran triunfador del teatro de los años cincuenta y sesenta", aunque el teatro de Aub "hoy en día tiene más consideración desde el punto de vista intelectual y crítico". Domènech piensa que el hecho de que el público acudiera en masa a los teatros para ver las obras de Casona y que la crítica oficial las acogiera bien le convirtió "casi en el gran escritor de la burguesía española" y provocó que, tras triunfar en el exilio, se haya convertido "casi en patrimonio de la derecha". "A Casona, si no llega a marcharse de España, lo hubieran fusilado igual que a Lorca, porque es autor de una de las obras más progresistas, Nuestra Natacha, estrenada en 1936".

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