"El 50% de las plazas de la universidad son para las rentas bajas"
El nombre de Ubiratan de Souza (Cachoeira do Sul, 1948) identifica a uno de los principales artífices de la experiencia del presupuesto participativo -la confección de las cuentas públicas por los ciudadanos- en el Estado brasileño de Rio Grande do Sul y en su famosa capital, Porto Alegre. De Souza intervino la pasada semana en las Jornadas de Democracia Directa organizadas por la UPV en la Facultad de Sarriko.
Pregunta. ¿Qué beneficios ha obtenido la población con el presupuesto participativo?
Respuesta. Llevamos 16 años en el gobierno de Porto Alegre y hemos estad...
El nombre de Ubiratan de Souza (Cachoeira do Sul, 1948) identifica a uno de los principales artífices de la experiencia del presupuesto participativo -la confección de las cuentas públicas por los ciudadanos- en el Estado brasileño de Rio Grande do Sul y en su famosa capital, Porto Alegre. De Souza intervino la pasada semana en las Jornadas de Democracia Directa organizadas por la UPV en la Facultad de Sarriko.
Pregunta. ¿Qué beneficios ha obtenido la población con el presupuesto participativo?
Respuesta. Llevamos 16 años en el gobierno de Porto Alegre y hemos estado cuatro en el del estado. Los resultados son una inversión de prioridades. Los recursos antes dirigidos a los grandes grupos económicos pasan a invertirse en políticas públicas para las capas de la población que más lo necesitan: desarrollo económico para agricultores y pequeños empresarios, salud, educación...
P. La educación es lo que más demandan los ciudadanos de Río Grande do Sul.
R. La educación fue una prioridad nuestra. En nuestro Estado tenemos universidades privadas y algunas universidades públicas del Gobierno federal, pero no teníamos una universidad del Estado. Esta universidad tiene un carácter diferente, de mucho cambio, y de buscar las vocaciones regionales, es decir, ofrece cursos específicos centrados en las necesidades de la región. Además, buscamos democratizar el acceso y reservamos el 50% de las plazas para las personas con baja renta y el 10% para los discapacitados. Y todo ello porque ha sido el propio pueblo quien lo ha demandado en las asambleas.
P. ¿Es posible extender su modelo de presupuesto participativo a todo el país?
R. Nuestra experiencia de presupuesto participativo en el Estado nos permitió responder a la crítica de sectores conservadores y de cierta izquierda de que no era posible hacerlo en otra escala que no fuera la municipal. Nosotros hemos demostrado lo contrario. No sólo no es posible, sino que es más potente su efecto. Teníamos más recursos e instrumentos que a nivel municipal, como un banco de desarrollo, y la capacidad legal es también mayor. También desarrollamos una metodología de democracia directa, de mecanismos de participación ciudadana. Con eso garantizamos que cada municipalidad tuviera una asamblea participativa, donde habita el ciudadano. Por eso creemos que el Gobierno de Lula debe utilizar el sistema de presupuesto participativo a nivel nacional.
P. ¿El presupuesto participativo es el punto final o el de partida?
R. Es un punto de partida de la democratización del Estado con la sociedad. Pero no podemos pensar que la participación resuelve todos los problemas del capitalismo.