OPINIÓN DEL LECTOR

Carta a Cibeles

Querida Cibeles: muchos años de íntima amistad la nuestra como para no decirte a estas alturas con toda franqueza lo que pienso. Y es que el otro día, al verte tan preservada, me pareció que tenías aspecto de relamida y remilgada. Es cierto que en otras celebraciones del Real Madrid he temido por tu integridad, que de masa a horda hay sólo un paso, mas tenía su aquel ver a tanto mancebo "estando por ti". Pero la otra noche, ¡qué te voy a comentar que tú no sintieras! Ese impedirle a Raúl, que tanto abandera a España por los estadios del mundo, llegar hasta ti. ¡Pobre! ¡Qué vehemencia! Si dicen...

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Querida Cibeles: muchos años de íntima amistad la nuestra como para no decirte a estas alturas con toda franqueza lo que pienso. Y es que el otro día, al verte tan preservada, me pareció que tenías aspecto de relamida y remilgada. Es cierto que en otras celebraciones del Real Madrid he temido por tu integridad, que de masa a horda hay sólo un paso, mas tenía su aquel ver a tanto mancebo "estando por ti". Pero la otra noche, ¡qué te voy a comentar que tú no sintieras! Ese impedirle a Raúl, que tanto abandera a España por los estadios del mundo, llegar hasta ti. ¡Pobre! ¡Qué vehemencia! Si dicen que hasta intentó hablar con el alcalde. ¡Qué incomprensión para vuestro idilio! Nadie le permitió que, a modo de flor, te ofreciera la bufanda.

Y es que se pensó en la mampara, en la pasarela, más adecuada para un avance de moda de la que lleva tu nombre, muchas luces, mucha custodia, y se les escapa lo mejor. Proporcionar una escalera para que, a modo de escala y sin necesidad de que fueras pisoteada, facilitara a Romeo el encuentro y la ofrenda a la dama.

¡Ay, Cibeles! Qué tiempos tan chungos si falta el ingenio. Pero si hasta he oído decir que quieren quitarte la peana, con lo que pasarías en un "pis-plas" de diosa popular a diosa plebe. ¡Cuánta bobada! Y encima a no quejarse, que peor sería que a alguien se le ocurriera que estarías más mona instalada en un foso y la vanguardia que los niños al pasar tiraran cacahuetes.

En fin, preciosa, ánimo y que la próxima temporada te depare jornadas menos frigias y más fértiles, y aunque cielo y club estén cuajados de estrellas, no tengas noches tan estrelladas.

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