CRISIS EN LA COMUNIDAD DE MADRID

Zapatero vincula al PP con la trama inmobiliaria y los tránsfugas del PSOE

Aznar: "Es ridículo que cada vez que tienen un problema se inventen una conspiración"

El escándalo de la Asamblea de Madrid, quince días después de que se desatara, enfrentó ayer por primera vez en el Congreso al presidente del Gobierno, José María Aznar, y al secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, con extraordinaria dureza, a "cara de perro", según reconocieron diputados de sus respectivos grupos. Rodríguez Zapatero vinculó la deserción de dos diputados socialistas madrileños con intereses del PP y acusó al partido que dirige Aznar de "cobijar" a las "dos manzanas podridas", en referencia a Eduardo Tamayo y a Teresa Sáez.

El presidente del Gobierno s...

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El escándalo de la Asamblea de Madrid, quince días después de que se desatara, enfrentó ayer por primera vez en el Congreso al presidente del Gobierno, José María Aznar, y al secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, con extraordinaria dureza, a "cara de perro", según reconocieron diputados de sus respectivos grupos. Rodríguez Zapatero vinculó la deserción de dos diputados socialistas madrileños con intereses del PP y acusó al partido que dirige Aznar de "cobijar" a las "dos manzanas podridas", en referencia a Eduardo Tamayo y a Teresa Sáez.

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El presidente del Gobierno se mofó porque el PSOE cada vez que tiene un problema "se inventa una conspiración". Aznar, de despedida, lanzó unas frases contra Zapatero enigmáticas pero con clara intención peyorativa: "Usted ha firmado demasiadas letras a demasiada gente y ya le empiezan a vencer. Y el resultado no puede ser más decepcionante".

El pleno de ayer fue duro y áspero. El líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, utilizó como percha una pregunta al presidente del Gobierno sobre el aumento del precio de la vivienda para después entrar de lleno en la crisis de la Comunidad de Madrid. Y Zapatero lanzó una acusación que ya había esgrimido en la campaña previa a las elecciones del pasado 25 de mayo: "El PP forma coalición con los especuladores del suelo, y lo he comprobado con dolor al ver cómo dos manzanas podridas se colaban en nuestra cesta....". Además de los gritos en los bancos del PP, la presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, dio por terminado el tiempo de Zapatero, que luego decidió utilizar el tiempo de otro diputado de su grupo, Diego López Garrido, para completar sus acusaciones.

"Esas manzanas podridas nos hemos enterado de que han sido cobijadas por militantes del PP, acompañadas por militantes del PP y asesoradas por militantes del PP; cada vez que se levanta un ladrillo aparece el PP, porque en la trama de Madrid todos los caminos conducen a Génova". Se refería Zapatero al nombre de la calle de Madrid donde se encuentra la sede nacional del PP y a donde acudió el empresario Francisco Bravo, vinculado a los diputados socialistas tránsfugas, para hablar con el secretario general del PP de Madrid, Ricardo Romero de Tejada, y negociar la alcaldía de Sevilla la Nueva.

Las relaciones de ese empresario y su sobrino Francisco Vázquez Bravo con algunos militantes del PP y de Eduardo Tamayo con ellos es un hilo del que los socialistas quieren tirar al máximo antes del debate sobre el estado de la nación, que comenzará el próximo lunes.

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Tras repasar lo que ha ocurrido en la Asamblea de Madrid, Zapatero concluyó que de la deserción de los ex militantes socialistas Tamayo y Sáez se ha beneficiado el PP. "Ustedes han votado con estos dos, y con sus votos se ha configurado la Mesa de la Presidencia de la Asamblea", y también la Diputación Permanente.

Aznar no entró en ninguno de esos aspectos y reprochó, con mofa, que cada vez que tiene un problema "se inventa una conspiración". Insistió en que el candidato socialista Rafael Simancas se va a someter al debate de investidura para ser presidente de la Comunidad de Madrid "después de haber dicho lo contrario", y definió el problema como una "lucha entre grupos del PSOE. Cada vez que hay poder cerca y corrupción, ahí está el PSOE; si hay problemas de corrupción son suyos", sentenció.

El líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, durante su intervención en el pleno de ayer en el Congreso.GORKA LEJARCEGI

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