La técnica ha reducido la mortalidad infantil en lista de espera hepática del 20% al 3%

El hospital español líder en trasplantes de hígado de donante vivo es La Paz, de Madrid. La jefa de su servicio de Patología y Trasplantes, Paloma Jara, explicó ayer: "La primera intervención mundial de este tipo se hizo en 1990. Nosotros empezamos en 1993. La técnica empezó a usarse para paliar la escasez de donantes pediátricos, y ha sido muy valiosa: la mortalidad infantil en lista de espera para un trasplante hepático convencional era del 20%, y gracias a los donantes vivos se ha reducido hasta un 3%. Su uso en pacientes adultos ha ido aumentando también".

Sobre los riesgos para el ...

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El hospital español líder en trasplantes de hígado de donante vivo es La Paz, de Madrid. La jefa de su servicio de Patología y Trasplantes, Paloma Jara, explicó ayer: "La primera intervención mundial de este tipo se hizo en 1990. Nosotros empezamos en 1993. La técnica empezó a usarse para paliar la escasez de donantes pediátricos, y ha sido muy valiosa: la mortalidad infantil en lista de espera para un trasplante hepático convencional era del 20%, y gracias a los donantes vivos se ha reducido hasta un 3%. Su uso en pacientes adultos ha ido aumentando también".

Sobre los riesgos para el donante, Jara indica: "Toda técnica quirúrgica tiene sus riesgos, y ésta no es una excepción. El donante sufre algún tipo de complicación entre el 8% y el 14% de los casos, según los estudios, pero casi siempre se pueden resolver. Es cierto que ha habido fallecimientos. Se deben haber hecho en el mundo unos 4.000 trasplantes de este tipo, y el número de muertes registradas entre los donantes son alrededor de cinco: es una frecuencia muy baja".

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Un problema discutido entre los especialistas internacionales es el de la presión sobre los donantes. Cuando un paciente -a menudo un niño- padece una insuficiencia hepática terminal, los médicos pueden exponer la situación a sus familiares y explicarles que existe la posibilidad de que uno de ellos done una parte de su hígado al familiar en peligro de muerte. Es relativamente habitual que sólo uno de los familiares sea un donante apto. Si la vida del paciente depende de que él acepte servir como donante de un fragmento de su hígado, existe el riesgo de que el familiar se sienta presionado por las circunstancias.

Jara considera, sin embargo, que las garantías son muy sólidas. "Los comités de ética", explica esta especialista, "rechazan a muchos donantes potenciales. El estudio que hacen de cada uno es muy minucioso. No sólo garantizan que el donante es consciente de los riesgos y los beneficios, sino que elaboran un informe psiquiátrico para asegurarse de que no se siente presionado. No creo que ningún hospital presione a estas personas".

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