Una retrospectiva del pintor Barcala recoge sus años madrileños
Una retrospectiva del artista uruguayo Washington Barcala (Montevideo, 1920-1993), con 64 obras realizadas entre los años 1974 y 1993, durante su estancia en Madrid, se presentó ayer en la Fundación Telefónica, de Madrid (Fuencarral, 3, www.fundacion.telefonica.com, hasta el 27 de julio). La muestra procede de la Fundación César Manrique, que produce este montaje con piezas de museos, de la familia y colecciones particulares, sobre todo de galeristas y artistas de Madrid, donde exponía en la desaparecida galería Jorge Mara.
"Mi obra está hecha de silencio, de misterio íntimo, de tranqui...
Una retrospectiva del artista uruguayo Washington Barcala (Montevideo, 1920-1993), con 64 obras realizadas entre los años 1974 y 1993, durante su estancia en Madrid, se presentó ayer en la Fundación Telefónica, de Madrid (Fuencarral, 3, www.fundacion.telefonica.com, hasta el 27 de julio). La muestra procede de la Fundación César Manrique, que produce este montaje con piezas de museos, de la familia y colecciones particulares, sobre todo de galeristas y artistas de Madrid, donde exponía en la desaparecida galería Jorge Mara.
"Mi obra está hecha de silencio, de misterio íntimo, de tranquilidad". La frase de Barcala figura en el comienzo de la exposición, comisariada por María Martín, que se ha centrado en la obra de los años setenta y ochenta, la que considera más personal, coherente y rigurosa, tras residir en Madrid a partir de 1974. "Es una síntesis de constructivismo y expresionismo", declara.
El propio artista comparó su su trabajo con el de un "sensibilizador de espacios y materias", y el montaje agrupa las piezas con títulos en la pared como las maderas, hilos y varillas, el blanco, el negro, el triángulo, las telas, la figura negra y las cabezas.
María Martín ha reunido obras de todas las etapas de Barcala, una primera figurativa, que abarca de 1946 -la primera obra de la muestra es un autorretrato de 1944- a 1950, con su viaje a Europa y sus estudios en la Academia de San Fernando, de Madrid, que da paso, tras ocho años sin actividad plástica, a una abstracción lírica de corte informalista, entre 1961 y 1964.
A finales de los sesenta, inicia con las cajas su etapa más fecunda, que coincide con su estancia en Madrid, con sus objetos pictóricos a partir de construcciones con trozos de madera, telas, hilos, cartón, palos, papeles, que forman cuadros de técnica mixta sobre tela, cartón, maderas y contrachapados.
El catálogo incluye, con las reproducciones de las obras, los textos críticos de María Martín, sobre el silencio de Barcala, y de Ángel Kalenberg, sobre el Barcala "pintor de los límites", y una cronología del artista.