Altadis se adjudica la tabaquera estatal de Marruecos por 1.290 millones

La acción de la empresa hispano-francesa sufre un retroceso de más del 5% en Madrid y París

Tan sólo 18 días después de la oleada de atentados que sacudió Casablanca, las autoridades marroquíes adjudicaron ayer a la empresa hispano-francesa Altadis el 80% de la Régie des Tabacs Marocains (RTM) por un importe de 14.080 millones de dirhams (1.292 millones de euros). "El éxito de esta operación pone de relieve la confianza de los inversores internacionales en Marruecos", declaró el ministro de Finanzas marroquí, Fathalla Ualalu, tras anunciar el resultado de la privatización. La cotización de Altadis se derrumbó en las bolsas de Madrid (5,34%) y París (5,45%).

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Tan sólo 18 días después de la oleada de atentados que sacudió Casablanca, las autoridades marroquíes adjudicaron ayer a la empresa hispano-francesa Altadis el 80% de la Régie des Tabacs Marocains (RTM) por un importe de 14.080 millones de dirhams (1.292 millones de euros). "El éxito de esta operación pone de relieve la confianza de los inversores internacionales en Marruecos", declaró el ministro de Finanzas marroquí, Fathalla Ualalu, tras anunciar el resultado de la privatización. La cotización de Altadis se derrumbó en las bolsas de Madrid (5,34%) y París (5,45%).

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Altadis ofreció por RTM un 40% más que British American Tobacco (10.200 millones de dirhams) y Philip Morris (9.250 millones). "El único criterio ha sido el precio ofertado", afirma Hassan Alaoui, director de la revista Économie et Entreprises. "Ésta es la pauta que quiere seguir el primer ministro ". La oferta de Altadis equivale a un 220% del precio mínimo de 6.400 millones de dirhams establecido por el organismo marroquí de evaluación para la venta del 80% de la RTM. El 20% restante permanecerá en manos del Estado marroquí hasta junio de 2005, y después de esa fecha, Rabat dispondrá de otros dos años para lanzar una oferta pública de venta. Se garantiza, no obstante, una opción de compra a Altadis, por esa quinta parte del capital, al mismo precio.

La adjudicación de RTM a Altadis provocó una caída de su cotización en las bolsas de Madrid (-5,34%) y París (-5,45). Simultáneamente, Standard and Poor's, la agencia financiera de calificación, modificó de "estable" a "negativa" la perspectiva asociada a los ratings asignados a la compañía. Altadis precisó que financiará la operación con una emisión de bonos y un crédito puente.

La empresa hispano-francesa fruto de la fusión de Tabacalera y Seita justificó, en un comunicado remitido a la Comisión Nacional de Valores, su interés por RTM por tratarse de "una compañía clave en la industria tabaquera de la región". "Marruecos constituye el quinto mercado de cigarrillos de África con un consumo de 14.400 millones de unidades en 2002", sólo superado por Egipto, Suráfrica, Argelia y Nigeria.

RTM controla el 100% de la distribución y produce el 85% del volumen (el 67,5% del valor) consumido por el mercado marroquí, que quedará liberalizado en 2008. Ese año, RTM perderá el monopolio de la distribución y de la importación.

"La compañía adquirida es muy rentable", prosigue la nota, con un EBITDA (resultado bruto de explotación), el año pasado, del 36%, equivalente a 94 millones de euros sobre unas ventas de 260 millones. Aun así, Altadis proyecta "generar beneficios adicionales" gracias a "la diversificación" y a "la racionalización de la organización industrial" de RTM.

Con esta adjudicación, Marruecos reanuda la política de privatizaciones interrumpida en diciembre de 2000 con la venta a Vivendi del 35% de Maroc Télécom, la telefónica pública, por 23.500 millones de dirhams (2.156 millones de euros).

El importe de la venta de RTM, que equivale a algo más de nueve meses de importación, proporciona a Jettu un balón de oxígeno para seguir adelante con su plan de desarrollo. Este plan prevé, entre otras cosas, la construcción de infraestructuras y de vivienda social para reducir el chabolismo. La mayoría de los jóvenes kamikazes que perpetraron los atentados de Casablanca eran originarios de Sidi Moumen, una barriada de infraviviendas al norte de Casablanca.

La anterior gran inversión española en Marruecos se remonta a 1999, cuando Méditel, una empresa participada por Telefónica y Portugal Telecom, obtuvo la segunda licencia de móviles por 1.100 millones de dólares. La crisis diplomática hispano-marroquí, que empezó en octubre de 2001, provocó una fuerte disminución de la inversión española en el país vecino (Egipto resultó incluso más atractivo en el norte de África), pero no así del comercio bilateral. Las exportaciones españolas a Marruecos aumentaron un 12% en 2002, convirtiéndolo en el noveno cliente de España, el tercero fuera de Europa.

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