EUROPA ENTRA EN CRISIS

Alemania se enfrenta a la recesión

La economía decreció un 0,2% en el primer trimestre y la recaudación fiscal se hundirá este año

La economía alemana ha entrado en recesión o, por lo menos, se encuentra al borde de ella, tras la caída del producto interior bruto (PIB) de un 0,2% en el primer trimestre de este año y el crecimiento cero de los últimos tres meses del año pasado. El anuncio de la Oficina Federal de Estadística de la caída del 0,2% del PIB en el primer trimestre cayó ayer como una bomba en Berlín, porque los analistas esperaban un ligero crecimiento. Ahora la doctrina se divide al precisar si Alemania, la mayor economía europea, ha entrado ya en la recesión o se encuentra al borde de ella.

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La economía alemana ha entrado en recesión o, por lo menos, se encuentra al borde de ella, tras la caída del producto interior bruto (PIB) de un 0,2% en el primer trimestre de este año y el crecimiento cero de los últimos tres meses del año pasado. El anuncio de la Oficina Federal de Estadística de la caída del 0,2% del PIB en el primer trimestre cayó ayer como una bomba en Berlín, porque los analistas esperaban un ligero crecimiento. Ahora la doctrina se divide al precisar si Alemania, la mayor economía europea, ha entrado ya en la recesión o se encuentra al borde de ella.

La disputa se asemeja a aquélla de los teólogos que debatían sobre el sexo de los ángeles o la de los conejos que no se ponían de acuerdo en si son galgos o podencos. Para definir la recesión se exigen dos trimestres de caída del PIB. En el último del año pasado se produjo una caída del 0,003%, que se redondeó en cero, y en el primero de este año, según se publicó ayer, el PIB alemán bajó un 0,2% tras eliminar los elementos estacionales.

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Para confirmar el tópico de que las malas noticias rara vez vienen solas, el ministro alemán de Finanzas, el socialdemócrata Hans Eichel (SPD), compareció ayer ante la prensa en Berlín para anunciar otra mala nueva, mucho peor de lo esperado. Las estimaciones de ingresos fiscales hasta el año 2006 constatan una caída de 126.000 millones de euros. Para este año el descenso de ingresos fiscales es de 8.700 millones de euros. Esto significa que habrá un presupuesto complementario y un endeudamiento que hará imposible que Alemania, por segundo año consecutivo, cumpla con los criterios fijados en el Pacto de Estabilidad de la Unión Europea.

Caída de los ingresos

"El Estado tendrá que asumir una dramática caída de los ingresos fiscales en los próximos cuatro años". Éste era el inicio de una información de la agencia alemana de prensa DPA, que resumía así la situación: "Las malas noticias no cesan: se baten las marcas del paro; gigantescas caídas en los ingresos fiscales y una economía que se encoge. Alemania está al borde de la recesión". La Bolsa, en cambio, se mantuvo ajena a estas noticias y Francfort subió más del 2%.

Todo este marco económico, en el que algunos optimistas quieren intuir ya una luz al final del túnel, no pasa inadvertido al electorado. Según los últimos sondeos, el gobernante Partido Socialdemócrata (SPD) sólo tendría un 26% de votos, un 12,5% menos que en las elecciones del pasado septiembre, si se acudiese a las urnas este domingo. El socio de coalición, Los Verdes, se beneficia de la caída del SPD y tendría un 12% de votos, frente al 8,6% en las elecciones. La oposición democristiana (CDU / CSU) ronda la mayoría absoluta en los sondeos con un 48%, casi un 10% más que en septiembre. Los liberales (FDP) sacarían un 6%, algo menos que el 7,4% que lograron en las elecciones.

El Gobierno busca las explicaciones para la entrada en recesión fuera de casa y atribuye a la coyuntura económica mundial, debilitada por la guerra de Irak, la primera causa de la crisis alemana. La guerra obligó a la compra de cantidades excepcionales de petróleo a un precio excesivo. Esto ha repercutido sobre las importaciones que se han disparado. Al mismo tiempo, la débil economía mundial repercutió en las compras y cayó la demanda de productos alemanes en el exterior. Alemania es el segundo país exportador del mundo y se muestra muy sensible a las oscilaciones de la economía mundial. A esto se añade el efecto negativo para las exportaciones alemanas de la revaluación del euro respecto al dólar en las últimas semanas.

Aterrorizados por el impacto de la amenaza de recesión y como si se tratase de conjurar las malas noticias, varios analistas y portavoces de organizaciones patronales se han apresurado a aventurar que las cosas mejorarán hacia finales de año. Parecen intuir la famosa lucecita al final del tenebroso túnel.

El ministro Eichel, cuya dimisión desea un 40% de los interrogados en un sondeo, declaró: "Tras el rápido final de la guerra de Irak, se abren nuevas oportunidades para una reanimación de la economía mundial. A ello debería contribuir también la clara bajada del precio del petróleo. La inseguridad de la industria y de los consumidores se superará en este año y con ello mejoran las oportunidades de que se produzca la recuperación de la coyuntura y se fortalezca en la segunda mitad del año".

Posible bajada de tipos

Los que creen en la mejoría se apoyan para ello en el informe del Banco Central Europeo publicado ayer con datos anteriores a las malas noticias difundidas en Alemania. Se aventuran incluso algunos analistas a pronosticar que el BCE bajará a primeros de junio los tipos de interés, que ahora se encuentran en el 2,5%.

Mientras llega, o no, la mejoría, la situación de las finanzas de Alemania parece clara y así lo reconoce el ministro Eichel: "Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y los presupuestos públicos no se ajustan a la situación". Según Eichel, no existe alternativa al plan de recortes sociales Agenda 2010 que intenta llevar adelante el Gobierno del SPD y Los Verdes. Afirma el ministro que no se pueden aplazar para el futuro las medidas desagradables y cargarlas sobre las futuras generaciones.

Para salir de la crisis financiera del sector público Eichel se muestra partidario de adecuar los gastos a los ingresos, reducir el gasto antes que recurrir a las subidas de impuestos.

Mientras, desde Estados Unidos llegaron ayer datos poco claros sobre la posible recuperación de la mayor economía del mundo. La Reserva Federal (banco central) informó ayer de que la producción industrial disminuyó un 0,5% en marzo. Sin embargo, las solicitudes por desempleo bajaron ligeramente la semana pasada y el índice de precios al por mayor cayó un 1,9% en abril por los menores costes de la energía.

El ministro Hans Eichel, ayer, durante la conferencia de prensa en Berlín.AP

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