Padres y centros de 'esplai' proponen una ley que regule las actividades extraescolares

La Federación de Padres y Madres de Alumnos de Cataluña (Fapac) y la Associació Catalana de l'Esplai pidieron ayer que se regule la seguridad de los menores en todas las actividades que lleven a cabo fuera de la escuela. En una fatal coincidencia, las organizaciones entregaron ayer su propuesta al Parlament 24 horas después del accidente del martes, cuando un niño de cuatro años perdió la vida al ser arrollado por un autocar escolar a la puerta de su colegio en Barcelona. El objetivo de la iniciativa es conseguir un marco general que regule las salidas que hacen los niños con el colegio tanto ...

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La Federación de Padres y Madres de Alumnos de Cataluña (Fapac) y la Associació Catalana de l'Esplai pidieron ayer que se regule la seguridad de los menores en todas las actividades que lleven a cabo fuera de la escuela. En una fatal coincidencia, las organizaciones entregaron ayer su propuesta al Parlament 24 horas después del accidente del martes, cuando un niño de cuatro años perdió la vida al ser arrollado por un autocar escolar a la puerta de su colegio en Barcelona. El objetivo de la iniciativa es conseguir un marco general que regule las salidas que hacen los niños con el colegio tanto en horario lectivo como no lectivo y ya sea el centro público o privado. Este marco, además, debería regular el transporte escolar, la acogida antes y después de las clases, los periodos de pausa entre clases y los comedores.

Adelantándose a la Administración catalana, esta iniciativa quiere poner un poco de orden a la "dispersión" de la normativa actual, según Josep Gassó, presidente de la Fundació Catalana de l'Esplai. "Hay muchos decretos y pocas directrices globales. Necesitamos una ley de mínimos que simplifique esta complicación y garantice la seguridad", dijo Gassó, quien afirmó que si hubiera existido una ley "no habría ocurrido ni el accidente de la riera de Merles ni el de ayer [por el martes]".

Francesc Garreta, de la Fundació Pere Tarrès, declaró ayer en cambio que las actividades extraescolares están suficientemente legisladas. "Hay que dar un mensaje de calma y subrayar el buen trabajo de los monitores", apuntó éste, para quien "no se debe crear alarma social".

El atropello mortal del niño de cuatro años por un autobús escolar podría constituir una falta y no un delito. Según fuentes judiciales, el conductor pudo no haber infringido ninguna norma de circulación, pese a que pudiera haber cometido una imprudencia al mover el autocar cuando había niños en sus proximidades. Preguntado por el suceso, Gassó aseguró que es el acompañante de los menores en el autocar el responsable de que los niños entren inmediatamente en la escuela tras apearse y el que debe garantizar su seguridad.

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