ELECCIONES EN ARGENTINA

¿Dónde está la izquierda?

Nadie sabe dónde está la izquierda argentina, ni siquiera si existe. De las cinco candidaturas con posibilidades de lograr un buen resultado en las urnas, sólo la que encabeza Elisa Carrió tiene alguna cercanía con lo que podría considerarse izquierda o progresismo. No hay ninguna opción homologable con la socialdemocracia, y sólo en el furgón de cola de las candidaturas testimoniales abunda un revoltijo de grupúsculos izquierdistas que van desde el Partido Socialista del veterano Alfredo Bravo, antiguo subsecretario de Estado y diputado, a Izquierda Unida, de la diputada Patricia Walsh, o el ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Nadie sabe dónde está la izquierda argentina, ni siquiera si existe. De las cinco candidaturas con posibilidades de lograr un buen resultado en las urnas, sólo la que encabeza Elisa Carrió tiene alguna cercanía con lo que podría considerarse izquierda o progresismo. No hay ninguna opción homologable con la socialdemocracia, y sólo en el furgón de cola de las candidaturas testimoniales abunda un revoltijo de grupúsculos izquierdistas que van desde el Partido Socialista del veterano Alfredo Bravo, antiguo subsecretario de Estado y diputado, a Izquierda Unida, de la diputada Patricia Walsh, o el Partido Obrero.

Una de las razones de la ausencia de una izquierda sólida tiene que ver con la existencia del peronismo o justicialismo, movimiento político inclasificable y genuinamente argentino como el tango. De rasgos autoritarios claros, casi fascistas, el movimiento que reivindica el pensamiento del general Juan Domingo Perón tiene una base social obrera que incorporó a socialistas y comunistas y del sindicalismo. Sectores radicalizados de la izquierda practicaron en el pasado una estrategia de entrismo en el peronismo para arañarle base social, cuyo periodo culminante fue en los años setenta con la guerrilla de Montoneros, que acabó en rotundo fracaso.

Más información

La izquierda regeneracionista, heredera de Hipólito Irigoyen de finales del siglo XIX y que se prolongó todo el XX, fue encarnada por dirigentes como el ex vicepresidente y líder del Frepaso Carlos Chacho Álvarez o Elisa Carrió. Su discurso, más basado en la política de reparación moral que en propuestas para cambiar la sociedad, tampoco ayudó a levantar una izquierda reformista. Para llenar el vacío, han surgido últimamente una serie de formaciones de extrema izquierda que han optado por la estrategia de la acción directa y no por la vía parlamentaria. Han buscado la política en la calle y en estas elecciones proponen abiertamente la abstención, el voto nulo o en blanco, como protesta contra unas elecciones que consideran ilegítimas y en apoyo a la consigna Que se vayan todos.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En