En busca de otra base en Europa

La compañía irlandesa Ryanair, que ocupa el cuarto puesto entre las compañías aéreas más grandes de Europa con vuelos regulares, tiene previsto abrir una nueva base en un aeropuerto europeo antes del año 2004. La consideración de base implica, además de la apertura de nuevas rutas, que las aeronaves tengan su centro de operaciones en el aeropuerto.

Ryanair deberá escoger entre una decena de aeropuertos europeos secundarios con los que tiene conexiones aéreas. Girona tiene a su favor su proximidad con Barcelona, que quedará reducida a menos de media hora con el AVE, y el sur de Francia, ...

La compañía irlandesa Ryanair, que ocupa el cuarto puesto entre las compañías aéreas más grandes de Europa con vuelos regulares, tiene previsto abrir una nueva base en un aeropuerto europeo antes del año 2004. La consideración de base implica, además de la apertura de nuevas rutas, que las aeronaves tengan su centro de operaciones en el aeropuerto.

Ryanair deberá escoger entre una decena de aeropuertos europeos secundarios con los que tiene conexiones aéreas. Girona tiene a su favor su proximidad con Barcelona, que quedará reducida a menos de media hora con el AVE, y el sur de Francia, así como un campo relativamente virgen en el uso de aeropuertos secundarios para vuelos baratos. Lo cierto es que en toda la historia de la compañía aérea no existe un precedente de un crecimiento similar: seis nuevos vuelos en seis meses.

El anuncio de incremento de tasas de AENA, la entidad gestora de los aeropuertos españoles, a causa precisamente de la nueva consideración de aeropuerto secundario, se ha interpretado por los entes económicos y políticos de Girona como una traba al futuro crecimiento del tráfico aéreo. Un manifiesto reclamando la descentralización del aeropuerto ha unido a los partidos políticos (menos el PP) y a unas 100 entidades. El documento reclama la participación autonómica en la gestión para conseguir que las compañías que han empezado a operar dispongan de servicios competitivos. Los agentes sociales son conscientes de que el aeropuerto se halla ante una oportunidad única para convertirse en una seria alternativa de Barcelona.