Millones de personas vuelven a clamar contra la guerra en todo el mundo en manifestaciones masivas

Tony Blair ha doblegado las dudas de su propio partido, ha conseguido el visto bueno del Parlamento a su violenta manera de buscar el desarme de Irak, ha logrado que los sondeos moderen la obstinada oposición de los británicos a la guerra, pero no ha conseguido silenciar a la calle. Fueron cientos de miles los congregados en el centro de Londres, menos que el histórico 15 de febrero, pero más ruidosos que nunca. En Estados Unidos crece la oposición a la guerra en la calle con 100.000 manifestantes en Nueva York, mientras que en el resto de Europa siguieron las protestas de forma masiva.
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Tony Blair ha doblegado las dudas de su propio partido, ha conseguido el visto bueno del Parlamento a su violenta manera de buscar el desarme de Irak, ha logrado que los sondeos moderen la obstinada oposición de los británicos a la guerra, pero no ha conseguido silenciar a la calle. Fueron cientos de miles los congregados en el centro de Londres, menos que el histórico 15 de febrero, pero más ruidosos que nunca. En Estados Unidos crece la oposición a la guerra en la calle con 100.000 manifestantes en Nueva York, mientras que en el resto de Europa siguieron las protestas de forma masiva.

El sonido constante de pitos, bocinas y tambores era la primera señal de que la protesta contra la guerra ha cambiado de actores. El inmenso mosaico de gente corriente, de hombres y mujeres de todas las edades, incluidas gentes maduras e incluso ancianas que tomaron la calle hace un mes para protagonizar la mayor manifestación política que recuerdan los anales de Gran Bretaña -con 500.000 personas según las estimaciones más optimistas-, ha cambiado.

Ayer ese mosaico era en Londres más ligero, pero también más joven, más radical y más decidido a hacerse oír. Durante toda la semana, la policía se vio sorprendida y desbordada por una muchedumbre de colegiales. Después de tres días saltándose la clase y retando a la policía, los estudiantes estaban ayer otra vez en la plaza del Parlamento, en esta ocasión acompañados de sus padres, sus hermanos mayores, o solos de nuevo, informa Walter Oppenheimer.

Esta vez, el paso de los congregados era mucho más vivo que hace un mes, cuando cualquier pequeño embudo en la trayectoria hasta Hyde Park, donde debían pronunciarse las arengas de costumbre, obligaba a los manifestantes a detenerse y esperar largo rato hasta ponerse en marcha de nuevo.

Mientras, en Estados Unidos crece la oposición a la guerra en la calle. Hubo manifestaciones en casi todas las grandes ciudades. La más notable fue la de Nueva York, que congregó a más de 100.000 personas a lo largo de más de tres kilómetros de Broadway, una de las principales arterias de la isla de Manhattan. En Chicago se realizaron dos marchas, una contra la guerra y otra a favor, y se produjeron enfrentamientos verbales y algunos incidentes de escasa gravedad cuando los dos grupos se encontraron en pleno centro. También se celebraron manifestaciones en San Francisco, la ciudad más emblemática del movimiento antibélico, donde el jueves fueron detenidas más de mil personas; Los Ángeles, Atlanta y Washington, entre otras. Las organizaciones convocantes de las protestas anunciaron que el rechazo a la invasión de Irak se mantendría en la calle "todos los días" y que el movimiento había alcanzado en muy poco tiempo "una envergadura comparable a la que tuvo durante la guerra de Vietnam", informa Enric González.

Por otro lado, en Francia más de 120.000 personas salieron a la calle. La marcha más numerosa tuvo lugar en París, donde 100.000 ciudadanos -90.000, según la policía- protestaron contra la guerra. En Amsterdam, unas 200.000 personas, según las estimaciones de la policía, se manifestaron con pancartas y banderas pacifistas, y en Lisboa, más de 100.000 personas se unieron a las protestas.

Kurdos en Francfort

Además, más de 150.000 alemanes salieron a la calle en diferentes ciudades del país. Un total de 40.000 hubo en Berlín, que respondieron a la convocatoria del movimiento antiglobalización Attac y de varios sindicatos, a que expresarán su protesta por la apertura del espacio aéreo alemán a los aviones de la coalición internacional. En Francfort, unas 15.000 personas, la mayoría kurdos, llamaron la atención sobre el futuro que puede sufrir su pueblo al norte de Irak. En Hamburgo hubo 5.000 personas, los mismos que en Múnich.

En Australia y Nueva Zelanda también hubo manifestaciones. Cerca de 20.000 personas salieron a la calle en diversas ciudades de ambos países.

Las protestas fueron intensas también en el mundo árabe: 8.000 palestinos salieron a la calle en Gaza y miles de jóvenes lo hicieron en El Cairo. También hubo protestas en Pakistán, Bangladesh e Indonesia.