La oposición se une en el Congreso para censurar a Aznar por su apoyo a la guerra

Cada paso que da el presidente del Gobierno, José María Aznar, en torno a la crisis con Irak es respondido por la oposición con los instrumentos que tiene en su mano. El próximo martes, seis grupos parlamentarios someterán a votación una proposición no de ley para que el Gobierno de España defienda en la próxima reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas una "solución pacífica" al estimar que la propuesta de resolución de Aznar, George Bush y Tony Blair, que permite el uso de la fuerza, "carece de justificación". Por contra, el PP presentará otra de apoyo a esa segunda resolución.
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Cada paso que da el presidente del Gobierno, José María Aznar, en torno a la crisis con Irak es respondido por la oposición con los instrumentos que tiene en su mano. El próximo martes, seis grupos parlamentarios someterán a votación una proposición no de ley para que el Gobierno de España defienda en la próxima reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas una "solución pacífica" al estimar que la propuesta de resolución de Aznar, George Bush y Tony Blair, que permite el uso de la fuerza, "carece de justificación". Por contra, el PP presentará otra de apoyo a esa segunda resolución.

La oposición "insta al Gobierno a que rectifique su posición ante la crisis de Irak y, en este sentido, defienda en la próxima reunión del Consejo de Seguridad la intensificación de los esfuerzos dirigidos a alcanzar una solución pacífica". Éste es el último punto de la proposición no de ley que ayer suscribió toda la oposición y que será sometido a votación el próximo martes en el pleno del Congreso. Ayer unieron sus fuerzas seis grupos parlamentarios que aglutinan a 11 fuerzas políticas: PSOE, CiU, IU, CC, PNV, y el Grupo Mixto. Éste último suma a Eusko Alkartasuna, Esquerra Republicana de Catalunya, BNG, Partido Andalucista, Iniciativa per Catalunya y Chunta Aragonesista. La tesis compartida abunda en la convicción de estos grupos de que Aznar "ya ha optado por la guerra" y que sus esfuerzos para que otros países apoyen la segunda resolución que patrocina junto a Estados Unidos y Reino Unido apuesta claramente por la intervención armada.

La escenificación de este acuerdo la protagonizaron ayer Jesús Caldera (PSOE), Ignasi Guardans (CiU), Felipe Alcaraz (IU), Luis Mardones (CC) y Francisco Rodríguez (BNG).

De nuevo, la soledad

Mientras, el PP, por sorpresa, presentó, dos horas más tarde que la oposición, su propia proposición no de ley. Habrá, por tanto, dos votaciones. Ésta será la tercera vez que el Congreso vote mandatos para el Gobierno en torno a la posible guerra. En la primera ocasión el PP se quedó solo; la segunda tuvo el apoyo de CiU, y esta vez volverá a la soledad.

El portavoz parlamentario del PP, Luis de Grandes, y el secretario general del Grupo, Gabriel Cisneros, explicaron ayer su propuesta "de España frente a una foránea de la oposición que suscribe lo que dice Francia y Alemania". Pero la que defiende el PP no es otra que la que patrocina el presidente Aznar junto a George Bush y Tony Blair. El PP someterá a votación que el Congreso respalde "el tenaz esfuerzo diplomático desplegado por el Gobierno, por alcanzar una solución plenamente satisfactoria de la crisis de Irak, en el marco de las Naciones Unidas".

La propuesta de resolución que impulsa el PP "se dirige a presionar al régimen de Irak para conseguir un desarme pacífico, conscientes de que la ejecutiva de 12 años de abierto desafío a la comunidad internacional no permite cifrar muchas esperanzas en la sinceridad de las intenciones del Gobierno de Irak, en su deber de cooperar incondicionalmente con las inspecciones de Naciones Unidas, que no pueden prolongarse indefinidamente".

Por su parte, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, acusó ayer a Aznar, de "romper" el pacto alcanzado por la Unión Europea sobre la solución para el conflicto de Irak y rechazó el apoyo del PSOE, ofrecido en el Parlamento catalán por el líder del PSC, Pasqual Maragall, para que impulse una "acción de paz" en el área mediterránea.

Por otra parte, el Movimiento Antiglobalización va a concentrarse ante la sede de Naciones Unidas en Madrid "para pedir la paz" cada vez que se reúna el Consejo de Seguridad.