Reportaje:RUTAS URBANAS

El domingo, de la cama al 'brunch'

Seis propuestas alternativas para unir el desayuno y la comida

Para estar a la última hay que ir de brunch". Aunque parezca mentira, esta cita no es el reclamo de uno de los locales de moda donde los más modernos curan su resaca del domingo. Aparece en la edición del 1 de agosto de 1896 de la revista satírica británica Punch, y es la primera referencia escrita de este neologismo a medio camino entre las palabras breakfast y lunch (desayuno y almuerzo, respectivamente, en inglés). Y es que aunque el último grito de fin de semana en las grandes ciudades sea prescindir del clásico pincho con café con leche y optar por deleitarse c...

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Para estar a la última hay que ir de brunch". Aunque parezca mentira, esta cita no es el reclamo de uno de los locales de moda donde los más modernos curan su resaca del domingo. Aparece en la edición del 1 de agosto de 1896 de la revista satírica británica Punch, y es la primera referencia escrita de este neologismo a medio camino entre las palabras breakfast y lunch (desayuno y almuerzo, respectivamente, en inglés). Y es que aunque el último grito de fin de semana en las grandes ciudades sea prescindir del clásico pincho con café con leche y optar por deleitarse con cócteles de mediodía, exóticos platos salados y sofisticadas tartas, el origen del brunch es de lo menos fashion.

Según la hemeroteca, corría el año 1895 cuando un tal Guy Beringuer inventó la palabra y publicitó las bondades de la nueva comida en una gacetilla para los amantes de la caza. El objetivo era sustituir el pesado almuerzo que seguía a la misa por una comida más ligera y social, servida hacia las doce. Más de un siglo después, el brunch se ha convertido en una cita urbana y cosmopolita, practicada sobre todo por los cazadores nocturnos de los sábados. Todo un ritual en Londres, Berlín y Nueva York, donde los muffins y el zumo dan paso a los pancakes y los huevos (en especial los Benedict, inventados a principios del siglo XX por un broker con resaca).

En España van surgiendo locales para un público joven que marcan tendencia, ofreciendo espacios donde mirar y ser visto y precios asequibles. Socializa, quita la resaca y además adelgaza, porque con el brunch sólo se hacen dos comidas en el día. Viva el revival.

MADRID

El guiso del domingo es tan sorprendente y ecléctico como la música de este local sin pretensiones y con ángel de la trasera del Rastro. Las raciones varían cada semana: feijoada, curry, carne a la leche, sancocho con yuca. En la barra destaca el reconstituyente submarino (leche caliente, coñá y barrita de chocolate negro). Hay tan buen rollo que el recién llegado se siente como un habitual.

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- Santa Ana, 15. Metro La Latina. Teléfono: 913 65 93 15. A partir de las 12.00. Raciones, 5 euros; cócteles, 5; hojaldres 3; brownie, 1,50.

Areia

Bajo el lema colonial chill out, el menú incluye huevos Benedict, samosas, Bloody Mary o café sin fin. A pesar de cierto aire de franquicia en su hipercuidada decoración y un entusiasta público erasmus, Areia consigue una atmósfera cálida y espaciosa, ideal para el día después. Lo mejor, los cojines y la cama con dosel. Jorg, un socio, comenta: "Más de una vez hemos tenido que despertar a un cliente, o interrumpir a una parejita".

- Hortaleza, 92. Metro Alonso Martínez. Teléfono: 913 10 03 07. De 12.00 a 17.00. Menú, 9 euros.

Delic

Quedar en el Delic es ya un hito mañanero en La Latina. El público, variopinto, pero predecible, abarrota la deliciosa decoración neoyorquina ejecutada con mimo por sus socias y el tío de una de ellas, el arquitecto Francisco García de Paredes. En la mesa, crêpes salados, tostas con fruslerías como mousse de pato, y una selección de estupendas tartas para compartir.

- Costanilla de San Andrés, 14. Teléfono: 913 64 54 50. Desde las 11.00. Tostas, 3.70 euros; crêpes y tartas, 5 euros.

BARCELONA

El prefijo telefónico de LA da nombre a este local regentado por mexicanos con alma de chicanos. El mestizaje es la premisa que en cuestión de brunch se traduce en la reinterpretación tex-mex de algunos clásicos como los pancakes o el french toast. La extensa carta de cócteles incluye el exclusivo Singapure Slim siguiendo la receta original de 1830. Música en vivo.

Dostrece

- Carme, 40. Metro Plaza de Catalunya. Teléfono: 933 01 73 06. www.dostrece.net. De 11.00 a 17.00. Menú, 9 euros; cócteles, 6.

The Bagel Shop

Ambiente neoyorquino en el corazón de la Ciudad Condal. Además de la amplia selección de panecillos de origen judío, sándwiches, zumos naturales y sopas, los domingos la carta de este original local se completa con huevos revueltos, beicon y tortitas.

- Canuda, 25. Metro Catalunya. Teléfono: 933 02 41 61. De 11.00 a 17.00. Bagels, desde 0,85 euros; pancakes con café, 4,50.

Mantequería

Para exquisitos: carta cantada con pastas, arroces, huevos fritos con foie o angulas. Estas delicias se ofrecen en la trastienda de esta mítica mantequería abierta en 1929, en una única mesa compartida entre 14. Una selecta carta de vinos y cavas amenizará la espera. Si no se quiere compartir mesa, se puede llevar la comida a casa y disfrutar del brunch en la intimidad.

Ravell

- Aragón, 313. Metro La Latina. Teléfono: 934 57 51 14. De 11.00 a 15.00. Precio medio, 30 euros.

El Dostrece, en Barcelona, incorpora sabores mexicanos en su brunch.MANOLO S. URBANO

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