La patronal alavesa rebaja la previsión de crecimiento a menos del 1,8%

La patronal alavesa, SEA, dejó ayer la previsión de crecimiento para este año en el País Vasco en una horquilla de entre el 1,5% y el 1,8%. Si se creciera a lo largo del año hasta la mejor de las perspectivas previstas por la patronal, se haría cuatro décimas porcentuales por debajo de la previsión del Gobierno vasco para el ejercicio. Esta evolución tendrá sus efectos negativos en el empleo, que no crecerá al ritmo de los últimos años, según manifestó ayer en Vitoria el secretario general de SEA-Empresarios de Álava, José Manuel Farto.

El secretario general de la patronal alavesa advir...

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La patronal alavesa, SEA, dejó ayer la previsión de crecimiento para este año en el País Vasco en una horquilla de entre el 1,5% y el 1,8%. Si se creciera a lo largo del año hasta la mejor de las perspectivas previstas por la patronal, se haría cuatro décimas porcentuales por debajo de la previsión del Gobierno vasco para el ejercicio. Esta evolución tendrá sus efectos negativos en el empleo, que no crecerá al ritmo de los últimos años, según manifestó ayer en Vitoria el secretario general de SEA-Empresarios de Álava, José Manuel Farto.

El secretario general de la patronal alavesa advirtió también de que si se mantienen los altos costes laborales en el País vasco, un 20% superiores a los del resto de España, y no mejora el nivel de productividad, que situó por debajo de la media europea, "habrá traslados de empresas fuera del País Vasco, y no es una amenaza, es una realidad".

Farto, quien presentó ayer en Vitoria el informe sobre la coyuntura económica, señaló que no considera que a lo largo de este año se produzca una recuperación de la economía. Agregó que la crisis es de oferta, generada por la incertidumbre, y está centrada esencialemnte en la industria, que es la que puede convertirse en motor de la recuperación.

El dirigente de la patronal pidió cambios tanto en la política industrial del Gobierno vasco, que calificó de "marketing", como en la universidad, de la que dijo que no responde al dinero que se le dedica. Pero sus declaraciones más contundentes las reservó para la negociación colectiva. Farto señaló: "No hay que ser economista para saber que si los costes laborales son mayores [que en el resto del Estado] y la productividad disminuye nos podemos ver en situación delicada". Por ello, advirtió a los sindicatos de que una estrategia que persiga la conflictividad en la negociación colectiva "es suicida".

Farto tuvo un mensaje concreto para el sindicato ELA, del que dijo que usa la negociación para crear un modelo que le retó a definir: "Los demás jugamos la economía de mercado; si quieren una modelo colectivizado, o plantean un modelo de empresas nacionalizadas, que lo digan".

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