8.000 metros cuadrados de información
Los 8.000 metros cuadrados de yacimiento en el Born han dado tanto material que, pasado casi un año de la finalización de las excavaciones, los arqueólogos continúan todavía el proceso de documentación y redacción de la memoria del yacimiento. Los directores de los trabajos presentaron en la tarde del pasado miércoles un avance de las líneas de investigación que abren.
El caso del Born "debería marcar un punto de inflexión" acerca de la apreciación de la arqueología de las épocas medieval y moderna, empezó diciendo Antoni Nicolau, director del Museo de Historia de la Ciudad (MHC), enti...
Los 8.000 metros cuadrados de yacimiento en el Born han dado tanto material que, pasado casi un año de la finalización de las excavaciones, los arqueólogos continúan todavía el proceso de documentación y redacción de la memoria del yacimiento. Los directores de los trabajos presentaron en la tarde del pasado miércoles un avance de las líneas de investigación que abren.
El caso del Born "debería marcar un punto de inflexión" acerca de la apreciación de la arqueología de las épocas medieval y moderna, empezó diciendo Antoni Nicolau, director del Museo de Historia de la Ciudad (MHC), entidad que ha gestionado los trabajos junto a la Dirección General de Patrimonio de la Generalitat. "Hasta ahora no se le había dado demasiada importancia", pero lo hallado en el Born "ha tenido una gran importancia desde el punto de vista científico y mediático".
La información que los restos pueden aportar sobre la ciudad de los siglos XIII al XVIII y su extensión convierten el yacimiento en "uno de los más importantes del país y de Europa", continuó. Por este motivo, Nicolau, que es miembro de la comisión técnica que debe dar forma al contenido del futuro equipamiento del Born, afirmó en sus conclusiones que éste debe convertirse también en un "laboratorio constante de la arqueología moderna".
La parte mejor conservada es la de los siglos XVII y XVIII, pero esto no ha impedido hallar restos más antiguos, como tres restos humanos. Pere Lluís Artigues, director de la excavación con Toni Fernàndez, afirmó que podrían ser de época islámica: los cuerpos estaban enterrados de cara al mar; es decir en dirección al Este y hacia La Meca.
Artigues abundó sobre las líneas de investigación que se abren. En el campo de la arquitectura y el urbanismo, por las evidencias de progresivos cambios y compartimentaciones en las edificaciones y calles desde el siglo XIII. En el Born se unen tres tramos diferentes de la ciudad del siglo XVIII: una zona industrial y artesanal que creció desde el siglo XIV en los alrededores del Rec Comtal, siguiendo su estructura sinuosa; una área comercial y de ocio, con tabernas y tiendas en la parte central, y otra, más reciente y rectilínea en su trazado, junto al mar, habitada por pescadores.
Del Rec Comtal se han documentado 75 metros. Aunque se construyó en el siglo X, los arqueólogos aún no pueden confirmar que el tramo descubierto sea tan antiguo. Sí se sabe que el puente que lo cruza se amplió en la primera mitad del siglo XVII.
Además de las diversas tipologías de construcciones -tiendas, viviendas, talleres, cuadras, almacenes, tabernas-, se han hallado restos de hornos de uso industrial, canalizaciones, desagües, cocinas y objetos como piezas de cerámica, herramientas, pipas y pesos y medidas que aportan datos sobre la vida cotidiana y la organización social de la Barcelona gótica y moderna.
El trabajo seguido en el Born ha permitido, explicó Nicolau, establecer unos parámetros que seguir por los arqueólogos a la hora de realizar informes en casos en los que se tenga que decidir la conservación de unos restos. Estos indicadores de evaluación serían la definición de la singularidad, la monumentalidad, la legibilidad, el valor histórico y simbólico, la capacidad de convertir en museo el yacimiento y el impacto ambiental. Sea cual sea el futuro del Born, concluyó Nicolau, debe pasar también por "continuar la investigación".