La alcaldesa de Real de Montroi dimite por el conflicto del vertedero

La alcaldesa de Real de Montroi, Carmen Ocaña, y el concejal de Medio Ambiente, Francisco Pardo, ambos del grupo municipal Independents Per Real, dimitieron en la sesión plenaria celebrada anoche al sentirse "desautorizados por el pueblo". Ocaña y Pardo no han podido soportar la presión que durante esta legislatura ha pesado sobre el equipo de gobierno ante el enfrentamiento del consistorio con la empresa VER, SL que gestiona el vertedero de residuos tóxicos.

Cerca de un millar de vecinos se opusieron en una concentración celebrada recientemente a que el Ayuntamiento indemnizara a la me...

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La alcaldesa de Real de Montroi, Carmen Ocaña, y el concejal de Medio Ambiente, Francisco Pardo, ambos del grupo municipal Independents Per Real, dimitieron en la sesión plenaria celebrada anoche al sentirse "desautorizados por el pueblo". Ocaña y Pardo no han podido soportar la presión que durante esta legislatura ha pesado sobre el equipo de gobierno ante el enfrentamiento del consistorio con la empresa VER, SL que gestiona el vertedero de residuos tóxicos.

Cerca de un millar de vecinos se opusieron en una concentración celebrada recientemente a que el Ayuntamiento indemnizara a la mercantil para que ésta abandonara la planta de basuras. Ocaña, que no asistió a aquella manifestación, se reunió la pasada semana con un representante de la empresa para tratar de alcanzar un acuerdo. El inicio de las negociaciones coincidió con una tregua de 10 días, pero los directivos de VER reanudaron por sorpresa la actividad en el vertedero. La reapertura de la instalación es considerada "ilegal" por el Ayuntamiento, ya que se encuentra cerrada desde el año pasado por un decreto de alcaldía que fue posteriormente refrendado por el Juzgado de Picassent. Precisamente la Corporación ratificó anoche la orden de cierre, acuerdo que hoy tiene previsto cursar al juez de Picassent para que éste obligue a la empresa a ejecutar su sentencia.

Los vecinos impidieron ayer el acceso al vertedero de un nuevo camión cargado de residuos tóxicos ya que desde el martes montan guardia ante las puertas de la planta situada en la partida Cabeza del Pino, a unos tres kilómetros del núcleo urbano.

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