AMENAZA DE GUERRA | La fase diplomática

China apoya el plan de Francia y Alemania para evitar la guerra

El presidente chino, Jiang Zemin, dio ayer su respaldo a la declaración conjunta que presentaron el lunes Francia y Alemania, con el apoyo de Rusia, para evitar la guerra contra Irak. "La guerra no es buena para nadie, y es nuestra responsabilidad tomar medidas para evitarla", dijo Jiang, que conversó telefónicamente con su homólogo francés, Jaques Chirac.

El pasado viernes, durante una conversación telefónica con George W. Bush, el presidente chino, Jiang Zemin, advirtió a su homólogo estadounidense de que había que reforzar el trabajo de los inspectores en Irak y resolver el conflicto...

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El presidente chino, Jiang Zemin, dio ayer su respaldo a la declaración conjunta que presentaron el lunes Francia y Alemania, con el apoyo de Rusia, para evitar la guerra contra Irak. "La guerra no es buena para nadie, y es nuestra responsabilidad tomar medidas para evitarla", dijo Jiang, que conversó telefónicamente con su homólogo francés, Jaques Chirac.

El pasado viernes, durante una conversación telefónica con George W. Bush, el presidente chino, Jiang Zemin, advirtió a su homólogo estadounidense de que había que reforzar el trabajo de los inspectores en Irak y resolver el conflicto dentro del marco de las Naciones Unidas. Ese mismo día también habló con el presidente francés, Jacques Chirac, y le dijo que había que intentar "por todos los medios evitar la guerra". Ayer se cerró el círculo.

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La decisión china significa que tres (Francia, Rusia y China) de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y, por tanto, con derecho a veto, se han unido en contra de las tesis a favor de un ataque de EE UU y Reino Unido. "Las inspecciones en Irak son efectivas y deben ser proseguidas y reforzadas para implementar la resolución 1441", aseguró Zemin.

Consecuencias negativas

El periódico Diario del Pueblo resaltaba el pasado sábado lo perjudicial que un ataque sería para la economía, debido al efecto que tendría sobre el precio del petróleo. Pekín es un importador neto de combustible. Para China supondría un elemento de incertidumbre, en un momento en el que está centrada en el avance de su economía. China necesita que el PIB crezca a un ritmo del 7% anual para absorber los millones de trabajadores despedidos como consecuencia de la reestructuración de las empresas públicas.

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Según los analistas chinos, una guerra abriría la caja de Pandora en Oriente Medio y daría pie a EE UU no sólo a derrocar a Sadam Husein, sino también a asestar un golpe a los radicales islámicos que luchan contra Israel y a incrementar su control sobre el petróleo del Golfo, región de la que procede más del 50% del crudo que importa Pekín.

Según Li Guofu, del Instituto de Estudios Internacionales, "una vez acabada la guerra, EE UU podría presionar a otros países del Golfo con monarquías para que lleven a cabo reformas sociales y políticas de acuerdo a sus valores y sistema social". Pekín es un firme partidario de un mundo multipolar.

Según algunos expertos, China ha suavizado su postura de no interferir en los asuntos internos de otros países para favorecer sus relaciones con Washington, un socio comercial clave. Antes de la guerra del Golfo, en 1991, Pekín se abstenía en casi todas las resoluciones del Consejo de Seguridad. El año pasado ya votó a favor de amenazar a Bagdad con "serias consecuencias" si no cumplía con las inspecciones.

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