La huelga de Venezuela les cuesta a las petroleras 6,7 millones de dólares diarios

Las empresas, entre las que está Repsol YPF, han dejado de percibir 255 millones en 38 días

Las diez petroleras extranjeras con mayor presencia en Venezuela han acumulado una pérdida de 255 millones de dólares (240 millones de euros), a razón de 6,7 millones diarios, durante los 38 días hábiles de huelga hasta ayer. La compañía que ha resultado más perjudicada por la paralización de la producción de crudo es TotalFinaElf, con unas pérdidas acumuladas de más de 53 millones. Repsol YPF ha sido de las menos afectadas, dada su escasa presencia en Venezuela y porque desde principios de mes ha recuperado parte de su producción. La petrolera ha perdido unos 14,5 millones.

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Las diez petroleras extranjeras con mayor presencia en Venezuela han acumulado una pérdida de 255 millones de dólares (240 millones de euros), a razón de 6,7 millones diarios, durante los 38 días hábiles de huelga hasta ayer. La compañía que ha resultado más perjudicada por la paralización de la producción de crudo es TotalFinaElf, con unas pérdidas acumuladas de más de 53 millones. Repsol YPF ha sido de las menos afectadas, dada su escasa presencia en Venezuela y porque desde principios de mes ha recuperado parte de su producción. La petrolera ha perdido unos 14,5 millones.

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Las cifras, calculadas por la consultora Wood Mackenzie, con sede en Edimburgo, se han hecho sobre la base de que la producción de crudo venezolana retrocedió fuertemente a entre 400.000 y 600.000 barriles de crudo diarios de una capacidad que ronda los tres millones. Hay que recordar que el Gobierno del presidente Hugo Chávez ha asegurado que la producción de crudo venezolana, en el momento de máxima parálisis, nunca bajó de 900.000 barriles diarios.

A pesar de que la mayor parte de la extracción de crudo en Venezuela está en manos de la compañía estatal Petróleos de Venezuela, SA (PDVSA), hay un buen número de petroleras extranjeras con intereses en el país suramericano. En tiempos normales, PDVSA extrae en torno a 1,8 millones de barriles diarios de esos tres millones de capacidad, así que el resto, una cantidad nada despreciable, lo producen las empresas privadas.

Repsol YPF

De las compañías afectadas por la paralización del sector petrolero venezolano, Repsol YPF está en el grupo de las que menos. En el caso de la petrolera hispano-argentina, la caída de ingresos netos se han cuantificado en torno a los 380.000 dólares diarios, lo que representa un retroceso medio de 14,5 millones de dólares desde que comenzó la huelga. La suerte de Repsol YPF ha sido diversa.

El campo de crudo de Mene Grande, que opera en un 100%, apenas estuvo 15 días cerrado, mientras que los de Guárico Oeste y Quiamare-La Ceiba llevan cerrados desde el 18 de diciembre. La producción de gas se ha mantenido, a pesar de la huelga, y la de crudo ya se ha recuperado en un 50%, hasta los 900.000 barriles diarios. La compañía ha confirmado la situación de su producción en Venezuela, aunque ha objetado la cuantificación de sus pérdidas por parte de los analistas de Wood Mackenzie, que ha considerado "exageradas".

La más perjudicada de las compañías es la francesa TotalFinaElf, cuya producción en Venezuela ha caído en torno a 75.000 barriles diarios si se tienen en cuenta, de forma conjunta, las participaciones de la empresa en los yacimientos de Sincor (47%) y Jusepín (55%). La producción de Sincor, en línea con otros yacimientos como los de Cerro Negro, Hamaca y Petrozuata, se paralizó completamente a mediados de diciembre.

La extracción del campo Jusepín también se anuló a mediados de diciembre, pero a partir de la primera semana de enero comenzó a recuperar parte de su producción, llegando hasta los 33.000 barriles diarios. TotalFinaElf prefirió ayer "no hacer comentarios" respecto al impacto, estimado en 1,4 millones de dólares diarios, en su cuenta de resultados de la huelga.

La petrolera ENI ha sido la segunda mayor perjudicada, con unas pérdidas netas de poco menos que un millón de euros diarios. Un portavoz de la compañía italiana en Roma tampoco quiso comentar la cifra. ENI controla el 100% del yacimiento Dación, que permanece cerrado desde el pasado 17 de diciembre, según la consultora escocesa y fuentes del sector petrolero venezolano.

Detrás de estos dos gigantes del sector petrolero europeo se hallan otras ocho petroleras que, aunque en menor medida, también han registrado pérdidas a raíz de la huelga petrolera venezolana. Las estadounidenses ExxonMobil y ChevronTexaco pierden en conjunto 1,41 millones de dólares cada día. Ambas empresas tienen participaciones en distintos yacimientos, algunos de ellos quedaron paralizados prácticamente desde que dio comienzo la huelga el pasado 2 de diciembre y otros desde mediados de diciembre. Algunos aún están inactivos y otros se han reactivado. El yacimiento de Boscán, por ejemplo, controlado por ChevronTexaco, se cerró el 18 de diciembre, pero actualmente produce 45.000 barriles diarios, a la mitad de su capacidad.

Shell, la noruega Statoil, BP y PetroCanadá son las restantes petroleras, de la decena con mayores inversiones en Venezuela, que se han visto perjudicadas por la huelga. Pero como en el caso de Repsol YPF, las pérdidas para estas compañías han sido bajas.

Desastre económico

La producción y exportación de crudo es vital para la economía venezolana. Si las empresas extranjeras han perdido, mucho más han sufrido las arcas venezolanas, y aún está por cuantificarse el impacto de la huelga en la economía a largo plazo. El petróleo es la principal actividad económica del país. En 2001 aportó el 26,4% del PIB, un 80,7% de los ingresos en concepto de exportaciones de mercancías y un 45,5% de los ingresos del Gobierno central.Para hacerse una idea del impacto que la huelga general ha tenido en la economía desde que comenzó, el pasado 2 de diciembre, el nivel de actividad es un buen dato. La producción del país ha caído un 20% en menos de dos meses y llegará hasta el 40% al final del primer trimestre, según diversas fuentes. Para comparar, en Argentina la producción llegó a caer un 16% durante el primer trimestre de 2002, el peor periodo de la crisis que arrastró al país a la suspensión de pagos de su deuda externa.

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