El embajador saudí en Washington se defiende

El embajador saudí en Washington, príncipe Bandar Bin Sultan, atribuyó ayer la crisis de las relaciones entre su país y EE UU a la lucha política entre la Casa Blanca y el Congreso. Las investigaciones sobre el 11-S, los planes de reforma del FBI y la CIA y otros asuntos relacionados con el terrorismo, dijo, han dejado a Arabia Saudí "atrapada entre dos fuegos". En unas declaraciones a The New York Times, las primeras desde que se supo que su esposa donó dinero a una persona relacionada con dos de los terroristas implicados en los atentados del 11-S, el embajador afirmó que se trataba d...

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El embajador saudí en Washington, príncipe Bandar Bin Sultan, atribuyó ayer la crisis de las relaciones entre su país y EE UU a la lucha política entre la Casa Blanca y el Congreso. Las investigaciones sobre el 11-S, los planes de reforma del FBI y la CIA y otros asuntos relacionados con el terrorismo, dijo, han dejado a Arabia Saudí "atrapada entre dos fuegos". En unas declaraciones a The New York Times, las primeras desde que se supo que su esposa donó dinero a una persona relacionada con dos de los terroristas implicados en los atentados del 11-S, el embajador afirmó que se trataba de "un malentendido" y de "un aspecto más del juego político".

Bin Sultan es un hombre influyente, tanto en EE UU como en Arabia Saudí. Su esposa, la princesa Haifa, es hija del difunto rey Faisal. Él ocupa la Embajada saudí en Washington desde la presidencia de Ronald Reagan, a quien ayudó a financiar y armar a los muyahidines que combatían a la Unión Soviética en Afganistán. Su amistad personal con los dos presidentes Bush se forjó en negocios petroleros y en la guerra del Golfo.

El embajador y su esposa explicaron que cuatro años atrás recibieron una carta en la que una mujer jordana, casada con un saudí y residente en EE UU, les pedía ayuda para un tratamiento médico. Tras comprobar que, en efecto, la mujer tenía un problema de salud grave y que cuidaba de seis hijos, Bin Sultan le envió un primer cheque de 15.000 dólares. A partir de ese momento y durante cuatro años, la princesa envió a la mujer 2.000 dólares mensuales.

El esposo de la mujer enferma, Osama Basnan, utilizó algunos de los cheques para ayudar a Nawaq Alzhami y Jalid al Midhar, que formaron parte del grupo que secuestró un avión comercial y lo estrelló contra el Pentágono. "Alzhami y Al Midhar eran sospechosos tanto en EE UU como en Arabia Saudí y, de haber sabido que estaban en California, habría avisado a las autoridades", comentó el embajador.

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