Desarticulada una red acusada de atracar a joyeros y asesinar a un colombiano en 1998

Los 14 arrestados fueron identificados tras el secuestro de una mujer en Guadalajara

La detención de tres colombianos, tras frustrar el secuestro de una mujer en Guadalajara, ha permitido la desarticulación de una peligrosa red de delincuentes colombianos dedicados al robo de joyeros y representantes del gremio, a las extorsiones y al asesinato. Los investigadores imputan a los detenidos el homicidio de un compatriota, Carlos Alberto Girón Velázquez, de 27 años, el 9 de marzo de 1998 en el distrito de Tetuán. También les acusan de robos y extorsiones en los últimos cuatro años. La policía cree que la banda está implicada en otros ajustes de cuentas.

La llamada Operación...

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La detención de tres colombianos, tras frustrar el secuestro de una mujer en Guadalajara, ha permitido la desarticulación de una peligrosa red de delincuentes colombianos dedicados al robo de joyeros y representantes del gremio, a las extorsiones y al asesinato. Los investigadores imputan a los detenidos el homicidio de un compatriota, Carlos Alberto Girón Velázquez, de 27 años, el 9 de marzo de 1998 en el distrito de Tetuán. También les acusan de robos y extorsiones en los últimos cuatro años. La policía cree que la banda está implicada en otros ajustes de cuentas.

La llamada Operación Traqueto, en la que han sido detenidas 14 personas (12 colombianos y dos españoles, entre ellos un menor) comenzó el pasado 26 de octubre. Una llamada anónima a la central de comunicaciones de la Guardia Civil de Guadalajara alertaba del posible secuestro de una mujer de mediana edad en una urbanización de Cabanillas del Campo, en la provincia alcarreña. Los agentes de guardia pasaron por radio la descripción del monovolumen en el que huyeron los captores. También alertaron al Cuerpo Nacional de Policía.

Los agentes del Subsector de Tráfico del instituto armado localizaron el vehículo en el kilómetro 48 de la N-II, en el término municipal de Azuqueca de Henares, y lograron detener a dos hombres. El tercer arresto se produjo instantes después, cuando hallaron a otro individuo que caminaba por la mediana. Se trataba de Bernardo R. G., de 30 años; John Freddy G. R., de 25, y Ricardo Alberto O., de 24 años. La mujer fue liberada sin que sufriera daño alguno. Ahora está pendiente de ser declarada testigo protegida, dada la importancia de su declaración en la resolución del caso.

Los tres arrestados eran viejos conocidos de la Brigada Provincial de Policía Judicial. De hecho, la Sección de Delincuencia Internacional y el Grupo X de Homicidios estaban tras ellos desde hace años. Las detenciones permitieron tirar de una complicada madeja, como era la estructura de este entramado criminal.

Las primeras actuaciones de este grupo, en el que cada componente tenía un función muy definida, comenzaron con el robo a joyerías y a representantes de este mismo sector. Sin embargo, poco a poco fueron cambiando de actividad y últimamente, según fuentes de la investigación, se dedicaban a secuestros, extorsiones y ajustes de cuentas entre compatriotas. Su desarticulación ha sido 'muy laboriosa', ya que los miembros de la banda adoptan muchas medidas de seguridad para evitar ser localizados. Entre ellas, algunos se ocupan de tareas de contravigilancia para detectar así si son seguidos por la policía.

Seis registros

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El arresto de los restantes miembros de esta red se produjo la mañana del pasado miércoles, tras conseguir los correspondientes mandamientos judiciales. Los investigadores de la Jefatura Superior de Madrid entraron en cinco domicilios de la capital: en el número 4 de la calle de Antonio López Aguado (barrio del Pilar), Julio Palacios número 13 (ambos en el distrito de Fuencarral), Doctor García Tapia, 133 (Moratalaz), calle de Ramírez Arellano, 26 (Ciudad Lineal) y avenida Séptima. Además, registraron otra vivienda, en el número 26 de la calle de Manuel Azaña, en el municipio de Coslada. Los investigadores recuperaron cuatro pistolas. Dos, del calibre 9 milímetros parabellum, son de las marcas Browning (con el número de serie borrado) y Star. Esta última fue robada a un policía nacional el pasado 26 de marzo y su sustracción fue denunciada en la comisaría de Latina. Las otras dos armas de fuego son del calibre 6,35, de la marca Star. Estas últimas son las armas preferidas por los sicarios colombianos, ya que, al ser de pequeño tamaño, se ocultan perfectamente en el hueco de la mano, por lo que el homicida puede sorprender a las víctimas. Todas las armas están pendientes de ser analizadas por los técnicos de balística de la Policía Científica para determinar si han sido utilizadas en otros homicidios por supuestos ajustes de cuentas.

Los investigadores ya tienen claro que la banda se encargó de asesinar al colombiano Carlos Alberto Girón Velázquez, de 27 años, el 9 de marzo de 1998, en la confluencia de las calles del Comandante Zorita y de la Basílica, en el distrito de Tetuán. La víctima inició una discusión en plena calle, en la que se vieron implicadas cuatro personas, entre ellas una mujer.Tras una encarnizada riña, un hombre desenfundó su arma y descerrajó a Girón tres tiros en la cabeza. Los cuatro implicados subieron a un Volkswagen Golf azul y huyeron a toda velocidad, según los testigos.

La policía inculpa a los detenidos de un robo en un domicilio del distrito de Latina perpetrado el pasado 26 de abril y otro robo con violencia a un usuario de una entidad bancaria al que robaron el dinero que acababa de sacar el pasado 11 de julio en el distrito de Salamanca, además de tenencia ilícita de armas, homicidio, asociación ilícita de malhechores, robo de vehículo y falsedad documental.

Los investigadores se han incautado de una motocicleta marca Yamaha XT de 600 centímetros cúbicos, que supuestamente ha podido ser utilizada para cometer otros delitos. La policía cree que fue utilizada en el robo por el procedimiento del cogotazo (golpe en la nuca al cliente de un banco) en el distrito de Salamanca. También han decomisado un turismo Daewoo, otro BMW y un Chrysler Neón, junto con varios teléfonos móviles, diversas placas de matrícula falsificadas, 2.000 euros, una peluca y documentos falsificados.

Entre los detenidos se encuentra la pareja formada por Laura del Sol Narváez Rojas, de 32 años, y John Martín Motta Pena, de 36, que dirigían la red. Ella está considerada como una de las delincuentes más peligrosas que operaba en la región. Tenía pendientes seis reclamaciones judiciales y utilizaba numerosas identidades falsas. Los investigadores creen que fue la mujer que participó en la trifulca en la que fue asesinado Girón Velázquez.

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