'Sustituir el petróleo iraquí nos costaría 600 millones de dólares anuales'

La crisis de Irak llega en el peor momento para Jordania. Desde hace tres años, con el ascenso al trono del rey Abdalá II, el país ha iniciado un proceso de liberalización económica que ahora pende de un hilo. 'Si tenemos que sustituir el petróleo que recibimos de Irak, nos costaría 600 millones de dólares a los precios actuales', asegura el ministro jordano de Planificación, Bassem Awadallah.

'Más allá de los costes directos, un ataque a Irak afectaría a nuestro ritmo de reformas, pondría en peligro todos los éxitos que hemos logrado en los últimos años', advierte este joven tecnócrata...

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La crisis de Irak llega en el peor momento para Jordania. Desde hace tres años, con el ascenso al trono del rey Abdalá II, el país ha iniciado un proceso de liberalización económica que ahora pende de un hilo. 'Si tenemos que sustituir el petróleo que recibimos de Irak, nos costaría 600 millones de dólares a los precios actuales', asegura el ministro jordano de Planificación, Bassem Awadallah.

'Más allá de los costes directos, un ataque a Irak afectaría a nuestro ritmo de reformas, pondría en peligro todos los éxitos que hemos logrado en los últimos años', advierte este joven tecnócrata (tiene 38 años) que defiende con entusiasmo las reformas económicas y sociales en curso. Pero la actual incertidumbre tampoco es buena. 'Desde que en julio se empezó a hablar de una intervención militar, hemos sentido el impacto en las inversiones potenciales, en las ya existentes y en un descenso aún mayor del turismo', expone Awadallah.

'Nuestra dependencia económica del petróleo iraquí a precio rebajado nos hace muy vulnerables', reconoce el ministro. 'Pero es que además no lo pagamos en efectivo sino con nuestras exportaciones', explica Awadallah. Las exportaciones jordanas a Irak constituyen el 20% del total, 450 millones de dólares anuales. 'Prácticamente lo mismo que vendemos a EE UU', se apresura a precisar.

Y es que en la delicada situación geopolítica de Jordania, cualquier declaración puede interpretarse como una toma de posiciones en un juego en el que sólo es posible elegir entre lo malo y lo peor. Las pérdidas no sólo se miden en dólares. Hay un factor emocional que pone en peligro la existencia misma del reino: el corazón de los jordanos está con Irak.

'Jordania está diciendo a todo el mundo que la región no puede soportar dos guerras a la vez, que hay que encontrar una solución global y duradera para la cuestión palestina', subraya Awadallah, consciente de que el 60% de sus compatriotas son de origen palestino.

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