Preparación universitaria
Ante la publicación del artículo 'Las Universidades organizan clases de repaso ante la baja preparación de los estudiantes', el pasado día 14 en la sección de Cataluña de EL PAÍS -dado que aparezco con mi cargo institucional-, y acogiéndome a los derechos que me asisten para puntualizar afirmaciones que se me atribuyen (aunque sé que la honestidad de EL PAÍS hace superflua la invocación a estos derechos), quisiera dejar claro lo siguiente:
Cuando se entrecomilla la frase 'Aunque sea sistemáticamente negado por las administraciones y las propias universidades los alumnos llegan...
Ante la publicación del artículo 'Las Universidades organizan clases de repaso ante la baja preparación de los estudiantes', el pasado día 14 en la sección de Cataluña de EL PAÍS -dado que aparezco con mi cargo institucional-, y acogiéndome a los derechos que me asisten para puntualizar afirmaciones que se me atribuyen (aunque sé que la honestidad de EL PAÍS hace superflua la invocación a estos derechos), quisiera dejar claro lo siguiente:
Cuando se entrecomilla la frase 'Aunque sea sistemáticamente negado por las administraciones y las propias universidades los alumnos llegan pésimamente preparados a la Universidad' se descontextualiza de una conversación telefónica en la que el sentido era que llegan mal preparados para el tipo de enseñanza que se da -o debería darse- en las universidades. De la frase aislada se podría colegir que el bachillerato no sirve para nada, cosa que sería una necedad.
Hay un error que no me explico: la periodista habla de cursos de 'matemáticas, cálculo y contabilidad' cuando le dejé muy claro que eran de matemáticas y, por primera vez, de estadística. La palabra 'pegote' aplicada a los cursos es una deficiente interpretación de la palabra catalana pedaç, que tiene el sentido de una solución de emergencia.
Por último, la mentalidad carpetovetónica no se refiere tanto a las personas concretas como al hecho de que se ha intentado remedar un modelo anglosajón (tutorías, créditos) con una mentalidad (por parte de algunos responsables de la Administración central) carpetovetónica (cerrada y amante de la tradición); es decir, sin aceptar los requisitos científicos y económicos de los cambios, aferrándose a las viejas maneras y evitando las consecuencias lógicas del modelo teórico escogido.
Como estos temas son de una extraordinaria importancia le agradecería que, más allá de la perniciosa costumbre de otros medios de comunicación de resaltar lo más estruendoso, posibilitara con la publicación de estas líneas una mejor comprensión del tema, tarea que estoy seguro que usted compartirá.